"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
1976 surge desde un lugar muy personal y autobiográfico para Manuela Martelli, directora del film. Ese año, el 76, murió su abuela, a quien no conoció. Con el pretexto de revisar su vida y, a raíz de revisarla, “me di cuenta de que había una historia que no había sido retratada, el mundo de esas mujeres que, en esos años, eran amas de casa en Chile”. Además de ser un año importante en el terreno personal, fue uno de los años más represivos y brutales de la dictadura chilena.
En el primer largo de Martelli existe esa analogía entre lo que vive el país y lo que vive Carmen, la protagonista: “Ella sufre las propias restricciones de su género en un país que se en- cuentra bajo una dictadura militar. A pesar de que parezca que la represión del país no vaya dirigida a ella, es una de las grandes preguntas de la película: “¿A quién va dirigida la represión? Puedes pensar que no estás sufriendo la pérdida de la democracia porque sigues inmerso en tu propia comodidad, pero hay algo que se pierde; al fin y al cabo, estás bajo un régimen militar, vivas en la casa que vivas y en el barrio que vivas”. Añade que también le interesaba otra cuestión, que tiene que ver con “cómo les atravesaba a ellas lo que pasaba en el país en ese momento, qué es lo que les pasaba a esas mujeres anónimas, entre comillas, durante esa época. Es un punto de vista que nunca leí en los libros de historia. Esa mirada nunca fue material histórico. Sentí que había una deuda, algo que había que revisar”.
El eje del film es mirar la historia desde el espacio doméstico de Carmen, que tiene como proyecto renovar la casa de verano en la playa, durante el invierno, mientras cuida de un joven herido al que está alojando a escondidas de su familia, que va y viene a visitarla durante las vacaciones. Para la cineasta, la clave fue encontrar “en qué punto entra la historia. La pregunta que siempre me hacía era cómo en ese espacio hermético e íntimo, el espacio doméstico, se desarrollaba una historia”. Martelli nos cuenta que el proyecto “empezó en Santiago. Pero al escribirlo, una de las cosas que más me inspiró fue el material de archivo que encontré de unas vacaciones de mi familia, filmadas en Super 8 en la playa. Eran imágenes pictóricas, tenían tanto atractivo que siempre me quedó la idea de que la trama transcurriera cerca del mar”. Además, “me parecía interesante revisar la historia desde los márgenes, no desde el centro. Chile es muy centralizado, todo ocurre en Santiago. Era una manera de salir a la periferia, ir a esos lugares donde parece que no ocurre nada”. La directora apunta que fue Alejandra Moffat, también guionista de 1976, quien le preguntó durante una reunión qué había sido de aquella versión del guion donde todo se desarrollaba cerca de la playa. Ahí fue cuando la playa pasó a ser un personaje más del film.
1976 es una película sobre mujeres creada por mujeres. La directora confiesa que “surgió de manera bastante orgánica, sin ser algo premeditado. Fue algo que se fue dando y que creo que, en parte, se fue dando por un motivo; el germen de la película también era eso, darnos voz de una vez por todas. A raíz de una lucha constante hemos conseguido dar voz a esa mirada femenina”.
María Aranda