Los proyectos fílmicos de Ana Cristina Barragán, Jaume Claret, Meritxell Colell, Irati Gorostidi, Joâo Paulo Miranda y Maximiliano Schonfeld han sido escogidos de entre los 281 inscritos en la octava edición de Ikusmira Berriak. En 2022, el programa de residencias y desarrollo de proyectos audiovisuales que organizan el Festival de San Sebastián, el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera y Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE) incrementará de cinco a seis el número de residencias.
La directora y guionista ecuatoriana Ana Cristina Barragán (Quito, 1987), quien con Alba (2016), su debut en el largometraje, obtuvo una mención especial del Premio Horizontes en el Festival de San Sebastián, ha sido seleccionada como representante de la tercera promoción de Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE) con su proyecto La hiedra. El catalán Jaume Claret (Barcelona,1998), que formó parte de la primera promoción de la escuela, participará con Estrany riu / Strange River en la categoría de Nest, donde estrenó su cortometraje Ella i jo (2020). Meritxell Colell (Barcelona, 1983) ha sido elegida en la categoría nacional para desarrollar Lejos de los árboles / Far from Trees, su tercer largometraje tras Con el viento / Amb el Vent (2018), que se estrenó en el Festival de Berlín y pasó por Made in Spain, y Dúo, en fase de postproducción. La cineasta navarra Irati Gorostidi (Valle de Egües, 1988) participará en representación de la Comunidad Autónoma Vasca con Anekumen, que será su primer largometraje tras varias experiencias en el campo del corto y tras participar en el programa Noka y ser residente en el Espacio de Artistas de Tabakalera.
Además, la categoría internacional tendrá este año dos representantes. Por un lado, el brasileño Joâo Paulo Miranda (Porto Feliz, 1982), que concursó en New Directors con Casa de antiguidades / Memory House (2020), aprovechará la residencia de Ikusmira Berriak para trabajar en su siguiente filme: Bandeira. Por otro, Frankenstein es el título del proyecto del argentino Maximiliano Schonfeld (Crespo, 1982), que en la última edición del Festival de San Sebastián inauguró Horizontes Latinos con su tercer largometraje de ficción, Jesús López, que previamente participó en WIP Latam 2020.
Compuesto por representantes del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera, el Festival de San Sebastián y EQZE, el comité de selección ha escogido proyectos de temática variada y enmarcados en latitudes diversas: una exploración del vínculo maternofilial que aborda la relación de los cuerpos con la naturaleza (La hiedra); un relato sobre la masculinidad en las relaciones fraternales que cambia a medida que el río Danubio modifica su forma (Estrany riu); la peripecia de una mujer que realiza un mapa sonoro de los lugares más remotos de la geografía andina para hablar del duelo, los miedos, los sueños, la herencia del exilio y el desarraigo (Lejos de los árboles); la historia del desencanto de un grupo de militantes obreros que en la Euskadi de finales de los años 80 abandonan la fábrica para formar una comuna libertaria en las montañas de Navarra (Anekumen); un periplo por paisajes argentinos y modos de existencia, desvíos y contornos frágiles, casi invisibles (Frankenstein); y el viaje a la locura de un joven indígena que busca oro en el corazón de la selva amazónica (Bandeira).
El periodo de la residencia se prolongará durante ocho semanas repartidas en dos estancias. Las y los seis cineastas llegarán el 14 de marzo a Tabakalera, en cuyo Espacio de Artistas tendrán tiempo para desarrollar su proyecto hasta el 24 de abril. Durante este tiempo, serán asesorados por los miembros del comité de expertos y profesionales escogidos ex profeso para cada proyecto con base en sus necesidades. En junio, cada residente recibirá una ayuda al desarrollo de 5.000 euros para seguir trabajando en su proyecto entre las dos estancias de la residencia. En septiembre, coincidiendo con la celebración del Festival, regresarán a San Sebastián para completar las dos últimas semanas de residencia. Durante esta fase podrán presentar su proyecto a profesionales de la industria y contarán con una agenda personalizada de citas con personas interesadas en participar en sus proyectos. Además, la productora Irusoin, entregará el Premio Irusoin a la postproducción a uno de los proyectos seleccionados. El premio consiste en la realización de la postproducción de sonido, color, los trabajos de grafismo y la obtención de un máster DCP.
En lo referido a los proyectos que Ikusmira Berriak acogió en 2021, Manantial, de Manuel Muñoz Rivas y producido por El Viaje Producciones, ha recibido la ayuda del ICAA para largometrajes documentales. La gruta del viento, de Eduardo Crespo, que obtuvo el Premio Irusoin en el Festival de San Sebastián, será producido por Pensar con las Manos y Primera Casa. Hasta que el lugar se haga improbable, de Magdalena Orellana, ha sido seleccionado en las Residencias para proyectos audiovisuales de Cineteca y del Centro de residencias artísticas de Matadero. Además, Y así seguirán las cosas, de Marina Palacio, será producida por Vitrine Filmes y Wandervogel, de Mina Fitzpatrick, por Site.
El balance es positivo también en lo referido a los logros conseguidos por los proyectos de ediciones anteriores de Ikusmira Berriak. Entre los más recientes destaca El gran movimiento (Kiro Russo, 2021), que participó en Zabaltegi-Tabakalera tras ganar el Premio Especial del Jurado en la sección Orizzonti del Festival de Venecia, además de ser candidata al Oscar por Bolivia en la categoría de mejor película internacional y ganar el premio a la mejor dirección en Bosphorus Film Festival. Eles transportan a morte / Ellos transportan la muerte (Helena Girón, Samuel M. Delgado, 2021), que obtuvo una mención especial en la sección Zabaltegi-Tabakalera, también recibió el Premio a la Mejor aportación técnica en la Semana de la Crítica de Venecia y varios galardones, entre ellos el de Mejor dirección, en Cinespaña Toulouse 2021. Asimismo, 918 gau (Arantza Santesteban, 2021) ha obtenido el Premio Ciudad de Lisboa a la mejor película en DocLisboa 2021 y el Premio a la mejor película en la sección TFFDoc/Internazionale.doc del Torino Film Festival.
Donostia, 1978. Un grupo de militantes libertarios se reúnen para imprimir un comunicado ante la inminente firma de un polémico convenio. En la fábrica donde trabajan, resulta evidente que la creciente sindicalización del movimiento obrero ha desplazado a la irrelevancia a su radical proyecto político. Desencantados, dirigen progresivamente sus esfuerzos revolucionarios hacia los ámbitos más íntimos de sus vidas. Los más radicales deciden dejar la fábrica para unirse a una comuna libertaria en las montañas de Navarra.
"Anekumen se centra en la traslación de los principios revolucionarios a los ámbitos más íntimos de la vida. Ambientada en el movimiento autónomo de los 70, explora la desafección de los trabajadores por los procesos asamblearios y la atomización del movimiento obrero y repara en una de las reacciones más características tras la decepción política: la búsqueda de un reducido y aislado modelo de sociedad en el que poder poner en práctica los ideales políticos, ahondando en las enrevesadas contradicciones que acarrea ese camino".
Bandeira cuenta una historia sobre la paternidad y la violencia presente a lo largo de generaciones en el seno de una familia. Se desarrolla en un bosque, donde João huye a casa de su padre, Ze, con su esposa Cecilia y su hijo discapacitado Jonas, al que acusan de haber herido gravemente a otro niño. Bandeira es la lucha de un padre por comprender a su propio hijo y por aceptar que no está diseñado para respetar las reglas de nuestra sociedad. Un hijo que podría estar más cerca de la naturaleza que del mundo humano. Se trata de una historia personal, inspirada tanto en mi propia relación con mi hijo y mi padre como en la violencia arraigada en mi país, Brasil.
"Como autor brasileño, indígena por parte de madre y bandeirante por parte de padre, considero que es mi responsabilidad dar voz a esta lucha con la que siempre me he identificado. A través de todas mis películas siempre he tratado de poner en primer plano a las llamadas minorías, a las personas perseguidas y rechazadas por la sociedad. Bandeira está en línea con mis películas anteriores, en las que mis personajes siempre luchan contra un destino que les fue impuesto".
Dídac (15) y Biel (13) viajan en bicicleta siguiendo el curso del Danubio con su familia. Los dos hermanos son inseparables y juntos comparten el despertar sexual. Pero la relación se ve afectada cuando Dídac empieza a ver entre las aguas a Alexander (18) que aparece y desaparece como si fuera un fantasma de río. Dídac, al igual que el Danubio, está creciendo a pasos agigantados y empieza a sentir un fuerte deseo por ese misterioso chico. En cambio, Biel ve que su hermano empieza a distanciarse de él.
"Cada verano junto a mi familia recorría en bicicleta un río diferente de Europa. Estos ríos determinaron el tránsito de mi infancia y el de mis hermanos hacia nuestra juventud. Con Estrany riu quiero reflexionar sobre la masculinidad entre relaciones fraternales. Es una búsqueda en torno al despertar sexual de dos hermanos y la pérdida del hermano mayor como referencia. Mi manera de abordar el cine es por medio de la arquitectura y los espacios. En este caso, Estrany riu se desarrolla a partir de la geografía del Danubio. El río que en un inicio no es más que un riachuelo se va ensanchando a la par que Dídac crece".
¿Qué tienen en común un joven enamorado en el monte y un zorzal enjaulado? ¿Una pareja de hombres en una granja buscando un hijo y un perro obsesionado con las madrigueras? ¿Un hombre que busca un amigo con quien compartir las fiestas populares del pueblo y una banda de motoqueros que no quiere volver a casa? ¿Un bañado en el norte que de noche refleja todas las estrellas y un padre que recuerda la guerra de los Balcanes? ¿Un zorro y un desierto en Catamarca y la explotación de las tierras en la Patagonia? ¿La resistencia mapuche, las lenguas perdidas y los barcos pesqueros del mar argentino? Frankenstein.
"En el tiempo que trabajé con la escritora Selva Almada se activaron en mí algunas inquietudes que tenían que ver con el choque entre la palabra y la imagen. Con lo estrictamente literario y lo cinematográfico. Con sus traslados y con sus formas insalvables donde siempre se procede desde la polaridad y la experimentación. Y justamente en el rodaje de la película que escribimos con Selva fue que releí algunos fragmentos de Frankenstein que había subrayado en el libro de Mary Shelley. Sobre todo en el capítulo en el cual el Monstruo observa escondido en la granja la cotidianidad de una familia y en ese mirar aprende el idioma, el trabajo, el amor y la tristeza. Esa granja en mi imaginación se parecía mucho a las que tantas veces había filmado en Entre Ríos. El libro, al igual que la película, propone un viaje por paisajes y modos de existencia, desvíos y contornos frágiles, casi invisibles. Y la misma pregunta: ¿existe algún plan para nosotros?"
A los 31 años, Azucena decide buscar al hijo que abandonó al quedar embarazada a los 13. Julio, un joven de 18 años, pasa su último año en el orfanato y ambos parecen de la misma edad. Azucena decide que es él.
La ternura, el síndrome de Edipo, la relación madre e hijo desde lo instintivo y el encuentro interior entre estos dos extraños marcan el aroma único de La Hiedra.
"Me interesan las películas que más allá de una historia, transportan un aroma, un sabor único en su atmósfera, en su rareza, en la profundidad invisible de sus pequeños hechos. Cuando dirijo pienso mucho en los cuerpos. En su torpeza, en el tacto, en la expresividad de las manos, en todo lo que no se ve, pero se intuye. El cuerpo de un hijo y una madre que parecen de la misma edad, el cuerpo dormido; lo que pasa debajo de los párpados, el lugar al que la película no tiene acceso. Habitan en esta historia los cuerpos de los otros huérfanos, en las masturbaciones colectivas, en los juegos y la animalidad".
Angélica emprende un viaje épico hacia las alturas para elaborar un mapa de sonidos de los Andes. La acompañan dos guías, grandes conocedores del altiplano. De día graba historias, relatos y cantos. De noche, Angélica escucha las cintas magnéticas que ha ido grabando para luego tejerlas. El insomnio, el mal de altura y tener a su abuela de 98 años enferma, en México, la llevan a un estado de ensoñación donde las voces la invaden y la reconectan con su infancia en México. Una historia donde lo fantástico y lo real van de la mano para hablar de la pérdida, el desarraigo y la herencia del exilio. Un viaje a través del pasado y el futuro para navegantes de viajes imposibles.