Una primera conclusión de este informe indica que la dificultad no reside tanto en el acceso de las cineastas a la industria cinematográfica como en su permanencia
El Festival de San Sebastián ha hecho público por primera vez un informe de identificación de género de las y los profesionales que trabajaron en las películas de la última edición del Festival. Este primer documento de estadísticas de género analiza los datos tanto de las 3.013 películas inscritas en el Festival en 2019 como de las 150 seleccionadas y proyectadas en la Sección Oficial, New Directors, Horizontes Latinos, Zabaltegi-Tabakalera, Nest, Culinary Zinema, Made in Spain, Zinemira y Velódromo de la 67 edición.
Los datos se han detallado en una rueda de prensa ofrecida hoy por el director del Festival de San Sebastián, José Luis Rebordinos, y el presidente de su Consejo de Administración, el alcalde Eneko Goia.
La fotografía que ofrecen las cifras se reproduce tanto entre las películas inscritas y visionadas por el comité de selección como las finalmente elegidas para formar parte de la programación oficial del Festival. De media, el porcentaje de participación del género que se identifica como masculino se sitúa en un 70% frente al 30% del género femenino. Esta situación se repite -con variaciones que oscilan entre el 10% y el 40% de implicación de las profesionales del género femenino- en las seis categorías examinadas: dirección, producción, guion, montaje, fotografía y música.
El análisis contiene excepciones significativas: en la sección New Directors, que acoge las primeras y segundas obras de sus cineastas, se programaron más obras de directoras, guionistas y montadoras, y en Nest, que reúne los cortometrajes de estudiantes de escuelas de cine de todo el mundo, han sido seleccionados los trabajos de más directoras, productoras, montadoras y directoras de fotografía. En la residencia de desarrollo de proyectos Ikusmira Berriak las cineastas también fueron mayoría.
Por tanto, una primera conclusión de este informe, a falta de que las siguientes investigaciones confirmen la tendencia, señala que la dificultad no reside tanto en el acceso a la industria cinematográfica sino en su permanencia. El Festival de San Sebastián confía en que este retrato funcione como un punto de partida para asistir y formar parte de una evolución significativa en los próximos años.
Junto al informe de género, uno de los compromisos que adquirió el Festival al suscribir la Carta por la paridad y la inclusión de las mujeres en el cine, el Festival también ha compartido los detalles de la memoria de su 67 edición.
Los datos confirman un crecimiento sostenido del Festival, que se aproxima a su techo de crecimiento y que, por segundo año consecutivo, bate su récord de asistencia de público (178.687 espectadoras y espectadores), número de acreditaciones (4.319) y recaudación por venta de entradas (950.344 euros).
Más allá de las cifras, la fortaleza del Festival se muestra en la consistencia de sus apuestas más recientes: la segunda generación de Elías Querejeta Zine Eskola, una escuela de cine integrada en el funcionamiento del Festival; la segunda edición de Zinemaldia & Technology, un espacio referente de reflexión sobre la tecnología aplicada al ámbito audiovisual; o su convicción en configurarse como un festival de todo el año, a través del programa de residencias Ikusmira Berriak, de la propia Zine Eskola y el proyecto de archivo Zinemaldia 70. Todas las historias posibles, sus colaboraciones con otros festivales y organizaciones de la industria cinematográfica y la programación de la pantalla pública compartida con otras instituciones de la ciudad en Tabakalera.