Los proyectos fílmicos de Eduardo Crespo, Mina Fitzpatrick, Manuel Muñoz Rivas, Magdalena Orellana y Marina Palacio han sido escogidos de entre los 409 proyectos inscritos en la séptima edición de Ikusmira Berriak, un 220% más que el año pasado (185). Ikusmira Berriak es el programa de residencias y desarrollo de proyectos audiovisuales que organizan el Festival de San Sebastián, el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera y Elías Querejeta ZineEskola (EQZE).
El director, guionista y director de fotografía Eduardo Crespo (Crespo, Argentina, 1983), que ha sido seleccionado en la categoría internacional, compitió en la Sección Oficial de la última edición del Festival de San Sebastián con la película Nosotros nunca moriremos. La alumna de la primera promoción de EQZE Marina Palacio (San Sebastián, 1996), escogida en la categoría de creadores de la Comunidad Autónoma Vasca, también formó parte de la programación de la 68 edición del Festival, en su caso de la sección Zabaltegi-Tabakalera, con el cortometraje Ya no duermo (Kimuak 2020). Magdalena Orellana (Buenos Aires, 1990) será la representante de la segunda promoción de EQZE, tras presentar sus trabajos en espacios como TheFilmmakers’- Coop, Círculo de Bellas Artes, Cineteca, MediaLab Prado, BilbaoArte, CCCB o Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, entre otros. En la categoría nacional, el comité de selección ha apostado por Manuel Muñoz Rivas (Sevilla, 1978), que en 2017 estrenó en la Berlinale su primer largometraje, El mar nos mira de lejos. En la categoría de Nest figura Mina Fitzpatrick (Estados Unidos, 1989), quien participó en 2017 en el encuentro internacional de estudiantes del cine de San Sebastián con un corto del mismo título que el proyecto que desarrollará en Ikusmira Berriak, que ahora trabajará como largometraje.
El comité de selección compuesto por representantes del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera, el Festival de San Sebastián y EQZE ha escogido proyectos de temas tan variados como las trayectorias de sus cineastas: un reencuentro entre un padre y una hija en el paisaje de las cuevas de La Toscana italiana (La gruta del viento); una fantasía con forma de expedición a los misterios del Polo Norte (Hasta que el lugar se haga improbable); el retrato de un joven acusado de parricidio que busca su lugar en mitad de la violencia y extrañeza del desierto de Texas (Wandervogel); el último viaje de un matrimonio ya mayor hacia el nacimiento del río Guadalquivir en la Sierra de Cazorla (Manantial); y el paso de la adolescencia a la infancia -el tiempo avanzando hacia atrás- de un grupo de amigos de un pueblo de Palencia (Y así seguirán las cosas).
El periodo de la residencia se prolongará durante ocho semanas. Si la situación de la pandemia y las autoridades sanitarias lo permiten, las y los cinco cineastas llegarán el 15 de marzo a Tabakalera, donde tendrán tiempo para desarrollar su proyecto hasta el 25 de abril. En septiembre, coincidiendo con la celebración del Festival, regresarán a San Sebastián para completar las dos últimas semanas de residencia, a las que llegarán con el proyecto más desarrollado para compartirlo con la industria cinematográfica. Durante esta fase se les preparará para la sesión de pitching (presentación del proyecto) con el propósito de que mantengan reuniones con las y los profesionales de la industria presentes en el Festival. Cada proyecto contará con una ayuda al desarrollo de 5.000 euros que se entregará en junio, para que puedan seguir trabajando en su proyecto entre las dos estancias de la residencia. Además, la productora Irusoin, entregará el ‘Premio Irusoin a la Post-Producción’ a uno de los proyectos seleccionados. El premio consiste en la realización de la postproducción de sonido, color, los trabajos de grafismo y la obtención de un máster DCP.
Pese a las dificultades que afrontaron a causa del Covid-19, los cinco proyectos seleccionados en la edición de 2020 de Ikusmira Berriak tienen buenas perspectivas. La misteriosa mirada del flamenco, de Diego Céspedes y producido por Giancarlo Nasi (Quijote Films) ha ganado el premio en Torino Film Lab- TFL Production Award – Creative Europe Media, dotado con 50.000 euros. Anoche conquisté Tebas, de Gabriel Azorín (alumni de la primera promoción de EQZE) y producido por Carlos Prado (Dvein Films) ha obtenido el Premio RTP en el Foro de Coproducciones del Festival de Sevilla (10.000 euros). Monólogo Colectivo, de Jessica Sarah Rinland, ha recibido el apoyo del Hubert Bals Fund (HBF) del Festival de Rotterdam. O corno do centeo, de Jaione Camborda (Esnatu Zinema), ha firmado un acuerdo de coproducción con Andrea Vázquez de Miramemira (O que arde) y ha obtenido una subvención de 249.000 euros de AGADIC (ayudas de la Xunta de Galicia). Finalmente, Creatura, de Elena Martín Gimeno (Vilaüt Films S.L.), será una coproducción entre Lastor Media y Avalon.
De las ediciones de 2018 y 2019: 918 gau, de Arantza Santesteban (Txintxua Films / Hiruki Filmak) participó en WIP Europa del Festival y All Dirt Roads Taste of Salt, de Raven Jackson en Tribeca Film Institute Network y Film Independent Producing Lab.
En lo que respecta a la última edición del Festival de San Sebastián, sus diferentes secciones han acogido obras gestadas en las residencias de IkusmiraBerriak como Chupacabra, de Grigory Kolomytsev (New Directors), Stephanie, de Leonardo Van Dijl (Zabaltegi- Tabakalera); y Jo ta ke, de Aitziber Olaskoaga (Zinemira). Además, varios proyectos que en los últimos años han participado en Ikusmira Berriak tienen buenas perspectivas para el 2021: Pornomelancolía, de Manuel Abramovich, y Eles transportan a morte, de Helena Girón y Samuel M. Delgado.
El programa Ikusmira Berriak forma parte del legado de San Sebastián 2016, Capital Europea de la Cultura.
El polo norte magnético se está desplazando de su eje habitual y nadie puede en la comunidad científica explicar por qué. Como si de un extraño artificio se tratase, los personajes de esta película atravesarán una serie de acontecimientos fortuitos bajo los efectos de una fuerza misteriosa que parece desproveerles de todo lo que alguna vez aprendieron. Ochenta y tres veraneantes dormirán una siesta comunal bajo un cielo que reflejará un espectro de colores irreconocibles. Algún día despertarán o no. Ambas opciones serían razonables.
Horacio es veterinario y emigró hacia Italia, desde Argentina, hace ya varios años. Vive con su hija Mara, una joven introvertida, apasionada por la espeleología. Ambos emprenderán un viaje por separado pero que los encontrará en el medio de la montaña, para hablar de todas esas cosas que nunca habían hablado. La gruta del viento es una película sobre una despedida anticipada. Los ritos cotidianos que realizamos mientras transcurre la vida. Los vínculos entrañables, la identidad, la fuerza de la naturaleza y las emociones.
Tras sufrir una compleja operación de neurocirugía y una larga estancia en el hospital, un hombre mayor, parcialmente rehabilitado, emprende una excursión de fin de semana con su mujer. Juntos viajan en coche desde la desembocadura de un río hasta la sierra, donde continúan a pie, en busca de la recóndita fuente de la que nace el río. El itinerario es confuso y pondrá a prueba su resistencia física y moral. Cuando finalmente se acercan al manantial, la noche les sorprende antes de que lo puedan ver con sus propios ojos.
Estrella Vista es un pequeño rancho escondido en las profundidades del desierto de Chihuahua, un lugar donde los jóvenes parricidas -jóvenes acusados de haber matado a sus padres- encuentran refugio una vez abandonan la prisión. Dan Dailey (68) y Derek King (28) viven juntos en la inmensidad del desierto del oeste de Texas. Cuando Dan muere de un ataque al corazón, Derek se encuentra a la deriva y bajo la sospecha de las autoridades del pueblo. Wandervogel es un documental híbrido que investiga la vida de Dan Dailey a la vez que reconstruye la escurridiza figura paterna de la imaginación de Derek. A partir del blog de Dan, "El Diario Wandervogel", Derek y el equipo de la película investigan la posibilidad de una reencarnación fílmica.
Y así seguirán las cosas es un proyecto que cabalga entre ficción y realidad. La previsión es realizarlo a lo largo de 5 años, en un rodaje que permanecerá abierto a la propia vida de sus protagonistas: un grupo de niños que habitarán y dejarán de habitar en un pequeño pueblo de Tierra de Campos. La vida de todos ellos irá cambiando y la película cambiará con ellos.