"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
‘Y tú, ¿de dónde eres?’ Es una pregunta que nos han hecho en reiteradas ocasiones y que solemos contestar de la misma manera. No obstante, la respuesta podría cambiar si la pregunta fuera otra: ‘Y tú, ¿de dónde te sientes?’.
De ese desarraigo, de ese pertenecer o no a algún lugar o pertenecer a varios, habla Dormir de olhos abertos / Sleep With Your Eyes Open de la directora Nele Wohlatz (Hannover, Alemania, 1982). Kai, la protagonista del film, llega a Recife, una ciudad costera de Brasil, tras una ruptura sentimental. Desesperada porque el aire acondicionado de su habitación está estropeado, pide ayuda a Fu Ang, que tiene una tienda de paraguas. Cuando vuelve para visitarlo, la tienda ya ha desaparecido; la temporada de lluvias no llega. En esa búsqueda, Kai conoce a Xiaoxin y un grupo de trabajadores en un lujoso rascacielos. El relato de Xiaoxin le resulta extrañamente familiar, como si se sintiera reflejada en su historia.
A través de dos miradas y dos experiencias, Wohlatz introduce al espectador en esas historias que se cruzan, esas personas que conforman nuestro viaje y que pertenecen a él en determinados momentos: “Podría haberme concentrado en la protagonista y mostrarla en ese contexto vacacional, pero cuando empecé a trabajar con inmigrantes chinos cuando vivía en Argentina, donde grabábamos los fines de semana, decidí incluir sus historias. La cuestión era que, cada vez que llegaba el fin de semana siguiente, alguno de los chicos que venían al rodaje no volvían. Cuando preguntaba al resto por su ausencia me comentaban que se había ido con su familia a vivir a Chile, o que había vuelto a China, o a cualquier lugar. Como a mí me conmovía tanto la pregunta de sentimiento de pertenencia siendo una alemana viviendo en Argentina, me preguntaba cómo hacían ellos para sobrellevarlo”.
La cineasta confiesa que para dar vida a la historia necesitaba un contexto: “necesitaba irme a un lugar que para mí también fuera extranjero; un lugar en el que no tuviera referencias, en el que estuviera sometida a un proceso documental, a experiencias que se relacionan con la protagonista”.
Su ópera prima El futuro perfecto tiene que ver con su experiencia cuando llegó a Argentina hace doce años. “La película tiene como protagonista a una chica china y va sobre la llegada, sobre cómo podemos crear una nueva identidad en un nuevo país, utilizando un idioma que no es el nuestro. Esta segunda ‘peli’ es como una continuidad, lo que te pasa unos años después cuando ya te adaptaste, controlas el idioma pero por más que haces todo por formarte una vida, como comprarte una casa, tener una familia… siempre vas a ser extranjera, siempre hay algo que te separa de esa identidad, de los que son de allí”.
La película fue escogida para Ikusmira Berriak 2018 y obtuvo el Premio FIPRESCI en la sección Encounters del pasado Festival de Berlín. Wohlatz cuenta que “empecé a escribirla en Ikusmira Berriak y obtuvimos un buen fondo de parte de Brasil que iba a ser para la coproducción, pero Bolsonaro cortó con todos los fondos del cine. Era un momento confuso y a eso se sumó la pandemia. Todo se volvió mucho más complejo, mi propia vida se convirtió en la vida de la gente que retrata la película. ‘Está pasando todo esto y yo estoy clavada entre Argentina, Brasil y Alemania’, me decía”. De hecho, la película estaba pensada para la protagonista de su primer largometraje, pero, por circunstancias de la vida, ella volvió a China “y los chinos que habíamos conocido durante la investigación que hacíamos juntas, también”. Fue en una de las clases de cine que impartía en Alemania donde descubrió a su verdadera Kai.
María Aranda Olivares