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Isabel Coixet presentó ayer su última película, Un amor, basada en la novela homónima de Sara Mesa, considerado uno de los mejores libros de 2020 del panorama nacional.
La directora, que empezó su andadura en New Directors, regresa a San Sebastián con este film pero, esta vez, compitiendo en Sección Oficial. A la realizadora de Mapa de los sonidos de Tokio (2009), Mi vida sin mí (2003) o Nadie quiere la noche (2015) la acompañaban los intérpretes Laia Costa, Hovik Keuchkerian, Hugo Silva, Luis Bermejo, Ingrid García-Jonsson y Francesco Carril, sobre los cuales apuntó que “es un elenco soñado. Cuando se transforman en el personaje que estabas buscando, el papel del director se limita a relajarse y disfrutar”.
El film, coescrito junto a Laura Ferrero, escritora de “Piscinas vacías” (2015), cuenta el cambio de rumbo de la vida de Nat, una treintañera que encuentra refugio en un pequeño pueblo rural. Lo que podría parecer el sueño idílico de cualquier urbanita, se convierte en un calvario cuando se ve obligada a enfrentarse a la hostilidad de su casero y la curiosidad de los vecinos. A partir de un extraño encuentro sexual con Andreas, conocido como “el Alemán”, Nat se ve envuelta en una pasión obsesiva que la absorve.
La cineasta confesó ayer que, tanto para ella como para Ferrero “es una gran novela y ahí estriba la dificultad de adaptarlo. Ambas admirábamos profundamente a Sara Mesa y no sentimos que fuera un trabajo difícil, porque partes de algo que te apasiona y sabes que hay una historia que debe ser contada”. Sin embargo, para Coixet lo difícil residía en lo que fuera a pensar la escritora al verla: “La ha visto. Le gusta. Alivio. La segunda dificultad era: qué pensaran los lectores que ya se han construido la película en su cabeza. Así que, ojalá les haya gustado”.
Sobre las referencias que existen en Un amor, la realizadora confesó sentirse obligada a ser “un poco autorreferencial: es el cruce de La vida secreta de las palabras y La librería. Es una película que tiene cosas del horror del mundo que subyace en nuestro lugar en el mundo y la peripecia de alguien que llega a un lugar con ganas de integrarse y estar bien y se encuentra con que todo está mal”.
Para Laia Costa, protagonista de Cinco Lobitos, Coixet “trabaja desde el disfrute y desde la creación artesanal que no se encuentra mucho en un set de rodaje. Rodarla ha sido un verdadero amor y un verdadero placer”. El compañero de reparto de Costa, Hovik Heuchkerian (La casa de papel), confesó su afinidad con el personaje que interpreta: “No es muy distinto de Hovik, es un tipo que, a diferencia de Nat, ha elegido ese pueblo. Pero aparece Nat que, por lo que sea, le revuelve algo”.
María Aranda Olivares