"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Ashmita Guha Neogi (Delhi, 1991) recibió el Premio Nest en 2020 por CatDog, su cortometraje de graduación de la Film & Television Institute of India, sobre una pareja de jóvenes hermanos que viven en un fantasioso mundo de tanteo con la erótica y el afecto. Tres años después, tras recoger el primer premio de Cinéfondation en el Festival de Cannes por el mismo corto y mientras desarrolla su primer largometraje (Cold Ashes Can Cause Forest Fires), vuelve a San Sebastián para el estreno mundial de Sīlan, un film de 32 minutos donde sigue explorando las tensiones intrafamiliares en la India oeste, rural y monzónica.
¿En Sīlan, los hermanos de CatDog son ahora dos adultos?
Así es, exactamente. Cuando yo y otra amiga estábamos trabajando en la escritura de CatDog estuvimos en la región donde después hemos rodado Sīlan. Fuimos en una vespa, como sale en la película, condujimos 200 kilómetros y llovía todo el rato. Hace dos años, cuando nos propusimos hacer otra película (con poco dinero y pocas ideas), nos preguntamos… ¿Qué sería de los dos hermanos de CatDog después de treinta años?
Se trataba de ahondar en la temática fraternal, pues.
No solo eso. Traté de explorar qué pasaba si situaba a los mismos personajes en un ambiente mucho más rural. La India es una sociedad extremadamente estratificada. En el momento en que hay una pequeña diferencia de casta, las dinámicas cambian por completo.
Sīlan está llena de gestos sombríos, de silencios que la cámara acoge con mucha sensibilidad.
Yo era bailarina, pero me harté de la formación clásica. Cuando dejé la danza es cuando empecé con el cine. Supongo que tengo una sensibilidad para trabajar el espacio, los gestos, que viene de esa formación previa. Me es mucho más difícil poner los personajes a hablar. Los dos hermanos de Sīlan acarrean todo lo que no se han dicho durante años, por eso la película “pesa”. Todo está en sus cuerpos.
Y además no se miran directamente en ningún momento.
Supongo que les es muy difícil, sobre todo a ella, después de tantos años sin verle. El hermano pudo irse, hacer su vida… Es lo que suele pasar en la India. En CatDog la chica luchaba contra los prejuicios sobre su sexo; en cambio, en Sīlan, la mujer ha pagado el precio y ha aceptado su “destino”. Y por eso, este personaje, a su manera, intenta ser algo malvada y rebelarse como les es permitido a las mujeres: es sutil, manipuladora, sarcástica.
El agua está presente en todo el film.
Creo que la lluvia amplifica cualquier emoción. Puede ser romántico para algunos, deprimente… Trabajamos mucho el sonido de la lluvia en el diseño de sonido: a veces impacta sobre superficies metálicas, otras veces subrayábamos su constante presencia. Cuando llueve así, durante los monzones, uno no puede ni hablar. En la película, de alguna forma, llena los espacios vacíos entre los dos hermanos.
Marc Barceló