"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Las nuevas voces del cine son un reflejo de la sociedad actual. Eso es lo que trata de visibilizar la sección New-Directors y por eso es una alegría que una de esas voces seleccionadas en esta categoría pertenezca a Luis De Filippis. Hoy presenta en el Festival su primer largometraje que da visibilidad a la comunidad trans de una manera natural y fresca. Porque en su película esa es una característica con la misma importancia que el color de pelo o la altura: lo que verdaderamente importa es la trama.
Y la trama de Something you said last night es una historia con la que cualquier espectador puede sentirse identificado. Con el argumento o con los personajes que aparecen. Ren es una aspirante a escritora que acaba de quedarse sin trabajo. No se atreve a contárselo a su familia, pero cuando sus padres y su hermana la invitan a ir con ellos de vacaciones al lago, decide unirse. Aquí empieza una película que muestra fielmente la realidad de las familias, sus más y sus menos, la capacidad de reñir y un minuto después reír, de no aguantarse y después necesitarse.
Una película que dejará muy buena sensación al espectador, que se enternecerá con el padre, empatizará con la madre, sonreirá con la hermana y entenderá a Ren.
Enhorabuena por estar en New Directors. ¿Qué se siente al presentar el primer largometraje?
Es un momento muy emocionante. Hasta ahora solo había dirigido cortometrajes, pero mi corto Nonna Anna (2017) recibió un Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance y eso me abrió puertas a reuniones donde comenzó a gestarse esta película. Al principio abordé el rodaje con demasiada inocencia, lo que es bueno, porque quizás si hubiese sabido lo duro que iba a ser, no lo habría hecho. Sin embargo, aquí estoy hoy y siento una emoción enorme.
¿Por qué dice que fue duro?
Un rodaje tiene días buenos y días malos. Y, cuanto más largo sea el proceso, puede haber más días malos. Es como correr un maratón. El cuarto día de rodaje tuve que pararme a cambiar mi estrategia y me propuse verlo como si fuese un juego. Ese enfoque menos serio me permitió aguantar. Eso y mi equipo, que creían en mí y han sido un apoyo enorme.
Sin embargo, la película ya se ha estrenado en el Festival de Toronto con muy buena acogida. Incluso la han comparado con Andrea Arnold y Sofía Coppola.
Sí, me siento muy honrada porque son dos de las cineastas que más admiro. La película recibió una gran ovación de parte del público, pero lo que más me llegó fue la respuesta de la comunidad trans. Me han agradecido la normalización que hay en el film. Se han sentido muy identificados en el marco familiar que aparece porque no va ligado al drama. Es la historia de una familia corriente. Tu familia es quien más te conoce, para bien y para mal. Saben cómo sacarte de quicio y saben cómo apoyarte y quererte. Tu hermano puede ser tu mejor amigo y tu mayor enemigo. Esas paradojas están presentes en el film.
Cuando escribí el guion mi intención era crear la película que yo querría ver. No me interesan más películas sobre experiencias trans, me interesa más ver las relaciones entre familiares, como hermana, como hija… Cualquiera se puede sentir identificado con Ren porque su conflicto en la película es aprender a gestionar su vida adulta.
Esta historia es para todos, para que cuando salgan del cine piensen en su propia familia y cojan el móvil para llamar a su madre.
Iratxe Martínez