"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Omagh (2004), ópera prima de Pete Travis, es heredera directa de Bloody Sunday (2002) en planteamiento y estética. Quizá resulte menos espectacular y más televisiva en sus formas, pero el guion, coescrito por Paul Greengrass y premiado en el Zinemaldia, brinda un material dramático de primer orden. Gerard McSorley, que al fin logró un papel protagonista a la altura de su talento, encarna con desgarro a un personaje real, Michael Gallagher, padre-coraje cuyo hijo murió en el atentado de Omagh. El 5 de agosto de 1998, pocos meses después de la firma del Acuerdo de Viernes Santo, el IRA Auténtico hizo estallar un coche-bomba en la ciudad norirlandesa. Aquella mañana hubo 29 muertos, niños incluidos, pero la devastadora onda expansiva ha llegado hasta nuestros días. A víctimas y familiares se les ha matado varias veces: primero con explosivos, luego con el desprecio de unos políticos que no se implicaron para no obstaculizar el incipiente proceso de paz y finalmente con una negligente investigación policial. Nunca hubo procesados por el atentado y a principios de 2016 se retiraron los cargos contra el único sospechoso. Tal vez no suponga un gran consuelo, pero al menos Omagh pervivirá como testimonio de una injusticia flagrante.
JUAN G. ANDRÉS