"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Después del buen sabor de boca que dejó hace dos años con su anterior largometraje Un toque de violencia (también proyectado en Perlas), Jia Zhang-ke ha comparecido nuevamente en el Zinemaldia para presentar Shan He Gu Ren/ Mountains May Depart, una historia sobre el amor y el paso del tiempo ambientada en tres momentos: 1999, 2014 y 2025: “Al principio tenía previsto que la historia acabase en el presente pero me interesaba explorar la personalidad del hijo de la pareja protagonista, un chaval que nunca ha tenido la oportunidad de tomar decisiones y que en su condición de emigrante mantiene un importante conflicto de identidad”. Ese joven, llamado Dólar y que no sabe (o no quiere) comunicarse en chino, le sirve al cineasta para hablar de “los cambios de mentalidad que la globalización y el consumismo han introducido en la sociedad china” y para especular sobre el impacto que pueden llegar a tener, a medio plazo, esos cambios tanto en la sociedad como el los individuos.
Según Jia Zhang-ke “en lo esencial las personas cambiamos poco, nuestra esencia se mantiene a lo largo de los años. Sin embargo, cada vez estamos más condicionados por decisiones que no dependen de nosotros sino de fuerzas externas, de factores políticos y sociales. En China, en los últimos años, se han sucedido muchas decisiones de este tipo que han condicionado sobremanera el día a día de muchos individuos, sobre todo de personas de extracción humilde. A mí me gusta contar historias de gente humilde y por eso esos conflictos encuentran reflejo en mis películas”.
No obstante, Shan He Gu Ren/ Mountains May Depart no es tanto un ejercicio de cine político como un melodrama que, eso sí, tiende a moverse en escenarios de riesgo alejados de los clichés del género. Sus protagonistas resultan, de este modo, una proyección del pasado, el presente y el futuro de una sociedad cambiante, personajes cuyo orgullo les lleva, pese a que saben que tienen perdida la partida de antemano, a rebelarse contra su destino.
J.I.