"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tres directores muy relacionados con el Festival se dan cita hoy en la Sección Oficial. A Terence Davies se le dedicó una retrospectiva en el año 2008 y compitió por la Concha de Oro en 2011 con su anterior The Deep Blue Sea. Lucile Hadzihalilovic ganó el Premio Nuev@s Director@s de 2004 con Innocence, y una de las imágenes de este misterioso filme sirvió de ilustración para el cartel del ciclo que el certamen dedicó al novísimo cine francés en 2009. La cineasta francesa regresa a San Sebastián con su segundo largometraje, Evolution. Cesc Gay presentó en Zabaltegi su ópera prima, Hotel Room (1998), compitió en la Sección Oficial con En la ciudad (2003), y formó parte del Jurado Internacional en la edición de 2013.
Terence Davies, caracterizado por su pasmosa facilidad para crear estados de ánimo íntimos y retratar los ritos de la comunidad a partir de las canciones tradicionales (Voces distantes, El largo día acaba), cuenta en Sunset Song las vivencias de una niña que empieza a atisbar la adolescencia en un contexto muy concreto: el malestar social en la Escocia del siglo XX, justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. En el reparto destaca Peter Mullan, quien ganó la Concha de Oro en 2010 con su tercera película como director, Neds.
El barcelonés Cesc Gay ya había trabajado con Ricardo Darín (en una de las historias de Una pistola en cada mano) y con Javier Cámara (en otro de los segmentos de este mismo filme y en Ficció). Aquí, aunque hay otros personajes que gravitan sobre los dos principales (encarnados por Dolores Fonzi, Eduard Fernández, Silvia Abascal o Àlex Brendemühl), el peso de la historia, del drama tratado con elegancia y no poca ironía, recae en estos dos intérpretes: Darín está enfermo y Cámara, su mejor amigo, llega desde Canadá para pasar cuatro reveladores días con él. Hay otro personaje, callado y paciente, pero decisivo. Él da título a la película: es el perro de Darín, llamado Truman.
Evolution es la propuesta de Lucile Hadzihalilovic, en los límites de la fantasía y la ciencia ficción. Es tan fascinante, con sus singulares imágenes marinas y de cuerpos que mutan de lo humano a lo anfibio, como perturbadora. Así era también Innocence. En Evolution vuelve a tener protagonismo una infancia que se rebela contra las mentiras del mundo adulto, enclavada la acción en una isla remota, en un tiempo indefinido, solo habitada por mujeres y niños sometidos a un secretísimo tratamiento médico.
Davies, Gay y Hadzihalilovic, un estimulante retorno a San Sebastián.
Q.C.