"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En su primer largometraje, After Eden, el canadiense Hans Christian Berger cuenta la historia de una obsesión por parte de un joven estudiante hacia una actriz de pelí - culas pornográficas en internet a la que también graba y vigila en su vida diaria. Una película arriesgada en su fondo y en sus formas. “He asumido muchos riesgos haciendo esta película porque quiero explorar nuevas formas de hacer cine, cosas que no se hayan hecho antes. Con el cine de hoy en día, tengo la sensación de ver la misma pe - lícula una y otra vez, pero creo que todavía queda muchísimo espacio para la experimentación. Es lo que supongo que he hecho con After Eden, porque sólo concibo el cine como un riesgo continuo”.
Berger se siente especialmente interesado en mostrar lo que se esconde bajo las apariencias de las cosas. A través de la investigación que llevó a cabo para esta película, Berger supo que un tercio de todo el tráfico de internet es pornografía. “Todo el mundo ha visto pornografía, pero no hablan de ello”. Él quiere sacar a la supe rficie lo que permanece secreto. En After Eden quiere hablar de la sexualidad y de cómo se vive hoy en día, porque le preocupa cómo acceden los jóvenes a la misma a través de internet. Por eso, la película le sirve también para reflexionar sobre la comunicación, sobre contactos reales y virtuales, sobre el papel que las nuevas tecnologías e internet juegan en las relaciones personales, y sobre el consumo de imágenes.
“Vivimos tan rodeados de imágenes que parece que ya no les prestamos atención. El cine tiene el enorme poder de permitir que la imagen se desarrolle. Quiero ofrecer al espectador el tiempo de sentarse y pensar en la imagen y la composición, en lo que se muestra y en lo que se esconde”. De ahí que para el director canadiense el cine deba ser siempre riesgo y búsqueda de nuevas formas que huyan de los caminos más transitados. “El cine más convencional es cómodo, no deja nada para que lo aporte el propio espectador, para que incorpore sus propios elementos a la ecuación, y para que ponga en relación su experiencia personal con lo que ve en pantalla”.
Esta actitud hacia el cine se traduce en Berger en un inte - rés por cineastas como Robert Bresson y Michelangelo Antonioni, o contemporáneos como Michael Haneke. Son directores capaces de transmitir emociones más allá de lo que aparece en el encuadre, que nos obligan a entrar en la psicología de los personajes. “No se trata tanto de reproducir la realidad como de obligar a pensar en la idea de realidad”.
G.G.C.