"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Dos de las películas presentadas hoy en la Sección Oficial se centran en luchas diversas contra el poder. El realizador bosnio Danis Tanović plantea en Tigers el enfrentamiento entre David y Goliat, entre un joven vendedor que toma conciencia de los efectos perniciosos de un medicamento infantil y la multinacional que lo fabrica y distribuye. Pablo Malo habla en Lasa eta Zabala (Lasa y Zabala), filme presentado fuera de concurso, del enfrentamiento que ha asolado el País Vasco en las últimas décadas a partir de la minuciosa reconstrucción de los hechos que llevaron a José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, dos miembros de la organización terrorista ETA, a ser torturados y asesinados por miembros del GAL en 1983, y a la lucha de dos abogados para esclarecer esos hechos una década después. Guerras sucias las dos, la del Estado y sus agentes parapoliciales; la de las grandes corporaciones a las que no les importa nada excepto su crecimiento económico.
El estilo mutante e itinerante de Tanović le ha llevado del realismo irónico y negro de No Man’s Land (En tierra de nadie) (2001), título presente en la retrospectiva Eastern Promises, al hiperrealismo de La mujer del chatarrero (2013). Ha rodado en distintos países – El infierno (2005) en Francia, Triage (2009) en Irlanda, No Man’s Land y Cirkus Columbia (2010) en Bosnia Herzegovina– y la India es el escenario de su última película, con un estilo que por momentos se acerca al de los dramas de Bollywood para retratar la realidad de este país, al mismo tiempo que muestra la evolución de su protagonista algo quijotesco en su enfrentamiento con la multinacional.
Completando la propuesta multigenérica y estilística que la Sección Oficial ofrece este año en cuanto a cine español se refiere, llega hoy Magical Girl, drama tenso de Carlos Vermut tras la ciencia ficción de Autómata, el género negro de La isla mínima y el drama delicado de Loreak. El cineasta e historietista Vermut sorprendió con su primer y anterior largometraje, Diamond Flash (2011), realizado de manera independiente y visto en plataformas online. La misma filosofía, aunque con distinta distribución comercial, posee Magical Girl, un filme tan enigmático como fascinante y perturbador en el que se cruzan un individuo que hace todo lo posible para conseguir el vestido de la protagonista de una seriejaponesa para su hija enferma, una joven con desórdenes mentales y un profesor retirado que no ahuyenta su oscuro pasado.
José Sacristán sigue con su apuesta de los últimos años, la de protagonizar filmes arriesgados de directores atrevidos como Vermut, el Javier Rebollo de El muerto y ser feliz (que le valió el premio al mejor actor en el Festival de 2012 y el Goya ese mismo año) y el Isaki Lacuesta de Murieron por encima de sus posibilidades, que se presentará en el certamen el próximo viernes.Bárbara Lennie, que aparece igualmente en elfilme de Lacuesta (y en Los condenados, Todas las canciones hablan de mí o Stella Cadente), demuestra al lado de Vermut su misma querencia por ese cine español libre de ataduras.
Q.C.