"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Aunque su título original en inglés sea “el hombre de las vías”, al director Jonathan Teplitzky le ha encantado su traducción al español, “Un largo viaje”, porque recoge la verdadera esencia de la historia.
Basada en hechos reales, The Railway Man habla de las secuelas emocionales de la guerra. Eric Lomax, oficial británico fascinado desde su infancia por los ferrocarriles, fue capturado por los japoneses y enviado a un campo de trabajo en la Segunda Guerra Mundial. Allí, él y sus compañeros tuvieron que sobrevivir a torturas extremas. Décadas después, Lomax descubre que el soldado japonés responsable de gran parte de su sufrimiento sigue vivo. “Es una historia que contempla lo mejor y lo peor del ser humano. Pero el elemento que define a la humanidad, el que nos diferencia de los animales, es el perdón. Este filme trata de la virtud sublime del perdón”, dice Teplitzky.
La mayoría de los supervivientes del famoso “Ferrocarril de la muerte” entre Tailandia y Birmania guardaban silencio sobre lo que vivieron durante la guerra. Pero Patricia Lomax se empeñó en descubrir lo que atormenta a su marido: “En la película no se muestran muchas de las torturas que sufrió Eric, eso quizás sería muy duro para el público. La historia de mi marido ofrece la oportunidad de ver que el ser humano es capaz de pasar por la depravación y seguir adelante superando el pasado. Cuando fuimos a Birmania y vimos todas aquellas tumbas, yo le pregunté si estábamos siendo leales a todos aquellos jóvenes que fueron asesinados allí. Él me contestó que llega un momento en que el odio tiene que parar”, cuenta emocionada Patti. Las principales secuencias se rodaron en el auténtico “Ferrocarril de la muerte”, una línea férrea rescatada de la selva setenta años después de los hechos que se cobraron la vida de decenas de miles de personas. La primera idea fue la de hacer un filme bélico, pero tras reducirse el presupuesto, Teplitzky decidió cortar muchasescenas de guerra y contar la parte humana de la historia: “Para mí, el cine permite retratar el paisaje emocional de los personajes que es lo que me encanta, esa exploración cinematográfica”.
En 1995 Stephen Walker realizó una producción para televisión sobre la historia de Eric Lomax, papel que fue interpretado por el actor John Hurt. En esta ocasión han sido Collin Firth y Nicole Kidman los encargados de dar vida al matrimonio Lomax. “En la última etapa de su vida Eric estaba muy enfermo, pero conoció a Collin y se hicieron buenos amigos. Collin captó perfectamente los momentos emocionales de Eric”, concluye la viuda de Lomax. Durante el rodaje de la cinta, el señor Lomax falleció. El guionista Frank Cottrell habla del duro golpe que supuso aquello: “Ahora, mirándolo con distancia, pensamos que quizás Eric fuera la única persona del mundo que no debería ver esta película. Su mayor logro fue sobrevivir a uno de los lugares más tenebrosos y dejar todo aquello atrás. Su mayor victoria fue librarse de las oscuras sombras que lo habían perseguido y morir con el corazón lleno de amistad, dulzura, amor y trenes de vapor”.
N.A.