"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
“Me gustaría saber sobre mí mismo”, dice el director cuando le preguntan qué tipo de película quiere que rueden sobre él. “¡Todo lo que habéis hecho hasta ahora ha sido poner cámaras y micrófonos sin ningún fundamento!”.
Colocar a un director de cine frente a una cámara es como poner a un escritor a leer un libro de otro autor. Si encima pretendes perseguirle por todos los rincones de su vida, si tu intención es que lo cuente todo, o por lo menos, si tu intención es preguntarle sobre todo, si le pides que se desnude literalmente, que hable de lo que nunca ha hablado, la empresa puede llegar a ser titánica. Si el personaje es Peter Kern, un cineasta difícil e histérico, exasperante en sus rodajes, despótico con sus ayudantes, colérico con sus actores, injusto con sus asistentes domésticos, entonces el proyecto es un verdadero drama.
Por ello, la intención de Veronika Franz y Severin Fiala de retratar un personaje complicado, poliédrico y, a menudo, antipático, es un intento verdaderamente admirable de explorar el comportamiento de una persona cuya vida se ha centrado en transmitir su visión del mundo, en hablar de sí mismo, sin decir nada que parezca demasiado personal. “Si te insulto, tómalo como prueba de amor. Recuerda que soy austríaco, caprichoso, histérico, hipócrita y antidemocrático”. Toda una declaración de intenciones.
El rodaje es una sucesión de encontronazos entre, por una parte, un director que a menudo no entiende el planteamiento del rodaje —acusa a los directores de aficionados y de voyeurs— y, por otra, todas las personas que le rodean. Hay reflexiones sobre el papel del cine —“el cine es el mundo de la ilusión”, le dice el guionista en un momento en el que le pregunta sobre el documental, y el propio Kern insiste en que todo lo que está diciendo no refleja en absoluto su pensamiento: “Nunca llegarás a saber nada sobre Peter Kern”, le desafía—; y sobre su infancia y su iniciación homosexual (un secreto que nunca desveló a su madre, de lo que se arrepiente); asimismo, sobre el consumo de drogas y su juventud caótica: “era una continua confrontación con la vida”.
ALBERTO BARANDIARAN