"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Agustí Villaronga (Mallorca, 1953) reconoce que recibió con algo de miedo la propuesta de ser jurado en esta 60 edición del Festival “sobre todo porque a los jurados les dan por todos los lados”, afirma entre risas. Pasado el susto inicial aceptó encantado: “Venir a un Festival es un lujo, sobre todo porque puedes acceder a películas que en otras circunstancias son difíciles de ver. Como jurado, además, se disfruta más, no es lo mismo que cuando vienes a concursar donde al final te puede el nerviosismo”.
Agustí Villaronga opina que “para ser un buen jurado debes tener una mente muy abierta,
asumir que lo que a ti te parece extraordinario, quizá para otra persona no lo sea tanto”. En este sentido el cineasta balear reconoce que a la hora de juzgar las películas “intento percibir lo que generan no sólo en mí sino también en los demás”. De la repercusión que un festival como el de San Sebastián puede llegar a tener de cara a impulsar la carrera comercial de una película puede dar fe Villaronga, pues fue aquí donde hace dos años Pa Negre inició una exitosa andadura que cristalizó en la concesión de nueve premios Goya. “Vine a San Sebastián muy nervioso, no sabía qué recepción iba a tener la película.
Finalmente nos dieron la Concha de Plata a la Mejor Actriz. Hay quienes me dijeron que hubiéramos merecido algún galardón más y yo les comenté: “No os preocupéis que esto nos va a venir bien” y, efectivamente, nos fue de maravilla”.
De repente su nombre estuvo en boca de toda la profesión, le llovieron los reconocimientos e incluso al año siguiente le concedieron el Premio Nacional de Cinematografía: “Yo, que he tenido dos baches muy gordos en mi carrera, pensé que, al fin, llegaba mi momento, pero fíjate por dónde este reconocimiento coincidió con el inicio de la crisis que paralizó un montón de proyectos”, comenta irónico el cineasta.
Cuando se le pide que valore la repercusión que tendrá esta crisis sobre el futuro del cine,
duda: “No sé lo que pasará. Vivimos momentos de incertidumbre en los que se intuye
un cambio muy gordo pero no sabría predecir el alcance del mismo ni sus consecuencias”.
A la hora de buscar salidas profesionales, la televisión puede ser una buena opción según
Villaronga, quien ha rodado para este medio su último trabajo, “Carta a Eva”. Al cine, sin embargo, no sabe cuándo retornará: “La situación económica te obliga a ir tocando puertas, viendo la posibilidad de establecer acuerdos de co-producción… De momento hay dos proyectos que estamos luchando por sacar adelante, pero no sé…”
J.I.