"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Shell y su padre Pere regentan una gasolinera solitaria en las Highlands escocesas. Los pocos vehículos que pasan por esa remota aldea, paran, repostan y se van. Y, mientras tanto, padre e hija continúan, sin moverse, atendiendo el negocio familiar en medio de una relación un tanto compleja. El cineasta escocés Scott Graham adapta en su ópera prima el guion que escribió para el corto que le hizo merecedor del premio a la Mejor Película en el London Short Film Festival. “Siempre había tenido en mente hacer un largometraje con esta historia, pero no me lancé a hacerlo hasta que vi la buena acogida que tuvo el corto en el festival de cine de Ourense”, relata.
La cinta, que concursa en Nuevos Directores, profundiza en la tensión emocional que se genera entre los dos protagonistas tras el fallecimiento de la madre y el cambio de rol que adopta la hija adolescente.
“La película es una metáfora en su totalidad. La vida pasa, el tráfico sigue rodando gracias a la gasolina que suministran los protagonistas, pero ellos se quedan anclados y surge un conflicto. El padre cada vez es más solitario y retraído y la hija quiere volar. Además, Shell comienza a comportarse como una madre, cuando no debería”, explica Graham.
El joven cineasta presta especial atención a la relación amorosa que existe entre los dos protagonistas. “Me resultaba muy interesante explorar la relación de una adolescente que ha crecido con una madre ausente y un hombre que tiene el corazón roto. Los dos necesitan amar y ser amados, pero sus emociones están condicionadas por la soledad”, apunta el director.
El escocés ha repetido el elenco de actores y el escenario que utilizó en el corto. Pero, reconoce que antes de rodar, pasó unos meses en Ámsterdam en busca de inspiración. “Fue muy importante viajar y conocer gente de otros países porque me sirvió para escribir varias versiones de la historia”, comenta el director, elegido en 2011 como una de las Estrellas Británicas del Futuro por la revista Screen International.
El resultado de esos meses de trabajo se estrena estos días a nivel mundial en el Festival, donde confiesa sentirse “como en casa” por la similitud de la orografía y el clima de Euskadi y Escocia. “No puedo estar más contento porque el Festival supone el mejor escaparate para un cineasta. Estoy muy animado para seguir haciendo muchas películas más”, asegura. Entre los proyectos que tiene en mente está convertir en largometraje el corto Native Son, que se estrenó en la Semana de la Crítica de Cannes 2010.
E.A.