Autor de cuatro largometrajes de ficción, varios documentales y más de seiscientos trabajos publicitarios, Radu Muntean (Bucarest, 1971) pasa por ser uno de los talentos más prometedores del cine rumano, una cinematografía en auge que en la última década ha tenido un recorrido exitoso por los distintos festivales. No obstante, Muntean se muestra algo escéptico sobre este hecho: “Es importante tener reconocimiento internacional pero también en tu propio país. Por desgracia el público rumano no acude a ver películas rumanas. Prefiere cualquier “mainstream” hollywoodiense antes que ver una cinta que les hable de su propia realidad”. Es un lamento que va seguido de una reflexión: “El éxito resulta algo tan efímero que me gustaría saber si dentro de cuatro o cinco años se sigue hablando del cine rumano como fenómeno de moda”.
Radu Muntean es uno de los cinco integrantes del jurado que fallará el Premio Kutxa Nuevos Directores, una responsabilidad que él asume por partida triple: “Me siento responsable ante el Festival, ante mis compañeros de Jurado que son profesionales de gran trayectoria y, finalmente, también ante los cineastas noveles que compiten por este galardón pues nuestro veredicto puede ser muy importante para el futuro de sus carreras”. Pese a ello, el cineasta rumano prefiere desdramatizar la labor de los jurados: “Ver cine y valorarlo desde el confort de tu butaca es algo fácil, diría incluso que placentero, lo difícil es hacerlo”.
De estas dificultades para rodar puede dar fe él mismo pues lleva un año largo con el que iba a ser su próximo proyecto en stand by: “No sabría decir hasta qué punto la reducción de ayudas públicas al cine puede llegar a condicionar el futuro de éste –comenta Muntean–. En Rumanía, dado que loslargometrajes que solemos hacer no demandan un gran presupuesto el efecto de la crisis creo que no es tan acufacer intereses ajenos a ti”), la publicidad, así como la televisión, pueden ser una escuela de aprendizaje tan válida para los nuevos cineastas como antaño lo era el cortometraje: “Te sirven para asumir lo que implica trabajar en equipo, como dirigir a los actores, así
como otros aspectos técnicos siempre útiles a la hora de rodar”.
Por eso mismo Radu Muntean reivindica el carácter imprescindible de los festivales de cine: “No sólo de cara a otorgar difusión a los cineastas noveles para quienes suponen una inmejorable plataforma de lanzamiento, cómo me ha ocurrido a mí, sino que los festivales de cine también son imprescindibles en la medida en que contribuyen a formar espectadores. La gente que suele acudir a ellos lo hace alentada por el mismo tipo de inquietudes de quienes acuden a un festival de música, sabiendo que en estos certámenes van a tener ocasión de disfrutar de obras de calidad que en circunstancias normales resultan difíciles de ver”.

JAIME IGLESIAS