"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El Festival da la oportunidad a los espectadores de ver películas en versión original. A lo largo del año, en cambio, los seguidores de los subtítulos no lo tienen tan fácil ya que la mayoría de cines optan por el doblaje. Desde los inicios del cine sonoro, estas dos modalidades de traducción audiovisual han vivido en una eterna competencia motivada por sus seguidores y detractores. Una exposición situada en el Centro Cultura Oquendo intenta recoger los pros y los contras de cada una de ellas.
A través de una serie de pantallas de televisión, la exposición recorre la historia de la traducción cinematográfica a la vez que revela curiosidades, ofrece datos históricos y muestra algunos ejemplos de traducción cuando menos curiosos. Este camino abarca desde los intertítulos del cine mudo, pasando por las versiones multilingües, hasta la cristalización final de estas dos modalidades. Mientras unos países como Holanda o Suecia aceptaban los subtítulos sin problema, otros optaban por el doblaje debido a su baja tasa de alfabetismo o a su fuerte nacionalismo. Ese es el caso de España o Alemania.
Pese a ello, la exposición también repasa otras fórmulas de traducción como las voces superpuestas (voice-over), la interpretación simultánea, el comentario libre con fines humorísticos y la subtitulación en vivo o rehablado. Y no se olvida de aquellas traducciones ideadas para facilitar el entendimiento a las personas con discapacidad: la autodescripción para ciegos o la subtitulación para sordos. Según la muestra, la lista aún está abierta gracias a los nuevos dispositivos y los avances tecnológicos.
Finalmente, la exposición no se inclina a favor ni en contra de ninguna de estas modalidades y apuesta por una convivencia entre todas ellas. “Cada audiencia, cada espectador, debe tener la capacidad de elegir sobre cómo debe consumir un producto extranjero”, reza un escrito de Frederic Chaume que preside la muestra. Chaume es catedrático en Traducción Audiovisual y uno de los artífices de la exposición, junto a Subtitula’m. Puede verse hasta el 13 de octubre.