"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Isabel Coixet ya conocía el problema de la desertización del Mar de Aral cuando aceptó el encargo de la Fundación We are Water, promovida por la empresa Roca, de realizar el documental: “Yo tenía obsesión por el tema y no podía creerme que un mar se hubiera convertido en un desierto, así que acepté y nos fuimos a Uzbekistán”. Allí trabajaron y rodaron durante un mes, viviendo en el área y entrevistando a los testigos de la desaparición del que fuera el lago más grande del mundo.
El resultado se presentó ayer en el Zinemaldia, y es un documental de 25 minutos, con música de Tim Robbins y narrado por el actor Ben Kingsley.
“No es arte ni es una visión personal”,matizó Coixet.“He intentado hacer algo didáctico contando lo que he visto, y explicar y plasmar las consecuencias, asesorarme bien y ser lo más clara posible explicando una catástrofe que nadie podía imaginar, ni siquiera aquel funcionario soviético que en los sesenta firmó el decreto que desviaba los dos grandes ríos que alimentaban el Aral, el Amu Daria y Sir Daria, para regar campos de algodón”.
Aunque asegura sentirse más libre en la ficción y tenerle mucho respeto a la realidad, no es la primera vez que la realizadora trabaja en el género documental: “Tanto con éste como cuando hice el de Sarajevo tras la guerra, o el de la enfermedad de Chagas siempre he aprendido muchísimo con los documentales, sobre todo a respetar a la gente y a esperar a que diga las cosas”.
En la presentación de su documental ante la prensa, Coixet restó importancia a su supuesto papel de divulgadora de la problemática ecológica: “Yo soy de naturaleza escéptica y muy consciente de aquella frase que dice que todos queremos salvar el mundo pero nadie quiere bajar la basura; para mí hacer estas cosas es como bajar la basura, nada más”.
Comparó el problema del mar de Aral con “otra catástrofe parecida que está ocurriendo en las Tablas de Daimiel. La gran diferencia es que en Daimiel con diez días de agua este año parece que las salvan y en Aral, aunque llueva cada día durante cien años eso no tiene mucha solución”. Isabel Coixet estuvo acompañada de los representantes de Roca y de su Fundación, que explicaron los proyectos relacionados con el agua que mantienen en India, Nicaragua, Bolivia, Etiopia y Chad en colaboración con UNICEF, Educación sin Fronteras,
Manos Unidas, y la Fundación Vicente Ferrer.
Pili Yoldi