"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En su estreno como realizador documental, el artista Pierre Thoretton aborda la historia de amor de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé a través de la subasta de su colección de arte.“Al principio quise producir un documental sobre la colección, pero me di cuenta de que no tenía ningún interés más allá de la propia belleza. Comprendí que los objetos no eran importantes, sino, más bien, las historias que los representaban”.
Lo que más fascina a Thoretton es la historia de fondo, el tema universal, el amor de una pareja que ha vivido 50 años y ha resistido a todas aquellas pruebas que va poniendo la vida.“Cada uno de nosotros podemos descubrir algo de nuestra propia existencia en su historia”.
Pierre Bergé va conduciendo la narración de su vida en común con el modisto a través de las historias que representan cada uno de los objetos que saca a subasta: desde una foto del funeral de Christian Dior en el que coincidieron sin aún conocerse, hasta la historia de la reproducción colorista que Andy Warhol realizó del diseñador.
Repasa los lugares, los apartamentos y las personas que formaron parte de esta historia singular. El director introduce imágenes de archivo, grabaciones de radio, fotos y recortes de prensa, así como entrevistas a gente cercana para dar forma al relato, mientras plantea cuestiones sobre la nostalgia y cómo afrontar la pérdida de un ser querido.
Bergé opta por vender todos aquellos objetos que componen su colección para afrontar esta pérdida. “No es tan asombroso”, explica Thoretton,“La gente que quiere cultivar la nostalgia y repetir la historia de cada objeto, mirando hacia atrás, puede hacerlo.
Creo que ambos han sido personas que miran hacia delante”. Ambos venían de familias modestas. Pierre era hijo de una institutriz de La Rochelle e Yves, de una pequeña familia burguesa sin muchos medios.
La colección pierde sentido con la muerte de Saint Laurent. “Es algo que habían construido juntos. Si nos pasa a nosotros, no creo que podamos soportar vivir con los objetos de un ser querido que acaba de morir”, comenta el realizador. Bergé lo explica
con una gran sinceridad en el documental: “Estaré presente en el funeral de mi colección… Y la vendo porque era una obra completamente mezclada, compuesta
de sabores combinados. Así que ahora entenderás que más adelante perderá todo su sentido”.
El director critica que en esta sociedad guardamos recuerdos físicos como si fuesen a sustituir a la persona que has perdido. “No vas a oír la voz de esa persona a través de un cuadro. Si necesitas una taza de café para recordar a alguien, no es buena señal. No hay nada más preciado que el ser que hemos amado”.
El propio Bergé resume su sentimiento en el documental: “Sé que mañana todo esto se habrá ido… Se van a llevar los muebles, los cuadros, las esculturas y los objetos de arte. ¿Qué significa eso? Una parte de mi alma, una parte de mi vida… Perder a alguien con quien has pasado 50 años, con todos sus altibajos, es otra historia. Alguien a quien cerré
los ojos por última vez no es comparable con ver cómo desaparecen
todos estos objetos de arte”. L’amour fou.
Ane RODRIGUEZ