"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Ayer se presentó en Especiales la última producción de José Luis Guerín,Guest, un documental que surgió durante el recorrido del director por los diferentes festivales a lo largo de un año. El título acaba de ser proyectado en el Festival de Venecia.
“Es una película que fui descubriendo, no fue una idea premeditada. Acudí a presentar La ciudad de Silvia con una pequeña camarita”. El director barcelonés explica que la utilizaba como “terapia defensiva”, ante la mirada depredadora de los medios. “Los cineastas nos sentimos generalmente incómodos en los festivales”.
Decidió empezar por los medios, pero poco a poco fue interesándose en lo que había más allá del festival en cada ciudad, fijándose en la vida cotidiana. “Pasar un año en festivales de cine es muy duro”, señala Guerín.“ Se dan encuentros muy interesantes y la posibilidad de descubrir grandes títulos, pero es un lugar ‘invivible’ durante un año”.
Está convencido de que los temas más fascinantes del cine están en la vida cotidiana y precisa nutrirse de ella.“Necesitaba constatar que, más allá del festival, los niños van a la escuela y que la panadería abría”.
Empezó a buscar personajes para alimentar sus historias. La cámara acabó por convertirse en una herramienta de relación con el mundo, de apertura. “Poco a poco, ese catálogo de esbozos o catálogos soñados se convirtió en una película, a constatar, con gran sorpresa, un sistema de correspondencia entre personajes que se complementaban de una ciudad a otra”.
Guerín recorre escenarios muy diversos, entre ellos, Bogotá, Santiago de Chile, La Habana, Hong Kong y Sao Paulo.“Al llegar a cada ciudad callejeaba sin ninguna idea predeterminada, pero sí con una predisposición al encuentro fortuito, al azar, incluso con la ilusión de encontrar una gran revelación, una apariencia muy sencilla, o un encuentro con alguien que te va a dar una frase”. Lo compara con el sentimiento del cazador, esa expectación creada cuando sales a cazar.
El título hace referencia a la palabra que aparece impresa en las acreditaciones que le esperaban al cineasta en cada hotel por el que pasaba. “No deja de ser la mirada de un invitado, la de alguien que pasa efímeramente por un lugar intentando dejar un trazo”.
En construcción, con la que obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival en 2001, se puede ver en la retrospectiva temática .doc - Nuevos caminos de la no ficción.
Ane RODRÍGUEZ