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Una francesa a punto de dar a luz y un anciano argentino de 87 años. Ésos son los ingredientes de la película 77 Doronship del joven argentino Pablo Agüero, que protagonizó ayer, junto a la actriz Anne Chrétien, la segunda cita de los Encuentros Zabaltegi. Resultó una divertida reunión en la que el público, más numeroso de lo habitual, se pudo reír de lo lindo. Frases como “mi principal trabajo fue concentrarme para no parir” fueron las causantes de las carcajadas. Como señaló el director, “77 Doronship es la única película de ficción en la que la protagonista está a punto de dar a luz”. El debut de Anne Chrétien en la gran pantalla, por tanto, no fue muy corriente. “No sé si volveré a actuar si no estoy embarazada”, bromeó la francesa, que confesó haber recurrido a “trucos” como mantener conversaciones con el bebé y hacer yoga “para aguantar sin parir”. Esas prácticas surtieron efecto, ya que la niña de Chrétien nació al día siguiente de culminar el rodaje. “Una fortuna”, en palabras del director,“ porque si no, nos quedábamos sin película”.
El segundo largometraje de Agüero cuenta la historia de Anne, una joven francesa a la que su marido argentino abandona en su noveno mes de embarazo. En este contexto aterriza en París el abuelo del argentino huido, que desconocedor de los hechos, llega con intenciones de quedarse en el país francés. Nada tienen en común los dos protagonistas salvo, tal vez, el sueño de los 77 Doronship. Al drama se le suma la crítica “contra el típico argentino poeta que se cree superior al resto”. Para ello, el director recurre a una voz en off a través de la cual, el marido ausente, explica las razones que le han llevado a huir.
El papel del anciano lo protagoniza Francisco Morón, “un abuelo lleno de energía que no paró de fumar en el rodaje”. La protagonista también tuvo que encender pitillos, beber y hasta bailar sobre una mesa. “La del baile fue la última escena del último día, mi cuerpo ya no aguantó más y al día siguiente parí”, recordó la actriz novel.
Esta película consiguió el premio al mejor director en el pasado Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, BAFICI. Lmezcla de las “improvisaciones” y las casualidades buscadas, como ser del año 1977, bautizar la película con el nombre 77 Doronship y lograr que la duración de la misma sea de 77 minutos, han hecho que el nombre de Agüero comience a sonar en los diferentes festivales internacionales. Por cierto, la niña de Chrétien nació “en perfecto estado”.
Elene ARRAZOLA