Aunque quizás convendría hablar del número cero o el piloto, como el de esos proyectos audiovisuales que nacen con vocación serial y en cuya salida al mundo por primera vez buscan presentar su tono y universo particular, la trama y el conflicto principal, así como los actores y actrices protagonistas.
Suelen ser, así mismo, capítulos de una mayor duración o longitud, ya que buscan sentar las bases de aquello que vendrá después.
Pues bien, la historia que recoge el capítulo piloto de Z365 arranca en 2015, cuando el Festival mudó sus oficinas al edificio de Tabakalera - Centro Internacional de Cultura Contemporánea donde comenzó a convivir con su proyecto cultural y también con la Filmoteca Vasca.
Desde hacía ya algún tiempo atrás, el Festival de San Sebastián venía repensándose a sí mismo y analizando el panorama internacional de festivales de cine a raíz de la proliferación de los festival studies. Esta autorreflexión, si se quiere más teórica y académica, buscaba determinar el lugar del Festival de San Sebastián en ese cambiante circuito de festivales internacionales.
La creación en 2017 de la escuela de cine Elías Querejeta, y la participación del Festival en su conceptualización, supuso un nuevo impulso en este nuevo camino. El certamen comenzó a impartir una asignatura llamada Festival en Construcción para el alumnado del posgrado de Comisariado y puso a disposición su archivo histórico, liderando, junto a la escuela, el proyecto de investigación Zinemaldia 70: todas las historias posibles.
Por primera vez en su historia, el Festival se convertía en el punto de partida y el caso de estudio a partir del cual empezaba a repensarse a sí mismo dentro del contexto del estudio de festivales.
Desde aquel punto de partida, el Festival ha seguido preguntándose a sí mismo de manera constante: "¿Qué ha sido, qué es y hacia dónde se dirige el certamen?"
Hoy afirmamos que el Festival de San Sebastián son dos cosas:
Por un lado, es una celebración comunitaria del mundo del cine y la industria cinematográfica que sucede en San Sebastián, de una manera intensa, a lo largo de nueve días de septiembre.
Por otro, es una institución que trabaja los 365 días al año para promover la formación y la transmisión de conocimientos de cine, para acompañar el desarrollo de proyectos cinematográficos y para impulsar la investigación y la divulgación.
Existe, por lo tanto, el Festival como evento y el Festival como institución.
El área de Z365 o el festival de todo el año es lo que identificamos como la Institución del Festival.
Dentro de este contexto del festival de todo el año, empezó a observarse que el ecosistema de Tabakalera tenía un enorme potencial de crecimiento: no hay otro lugar en el mundo donde un proyecto cultural de un centro de arte y cultura contemporáneo (Tabakalera), una escuela de pensamiento e investigaciones cinematográficas (Elías Querejeta Zine Eskola), una filmoteca (Filmoteca Vasca - Euskadiko Filmategia) y un festival de cine (el Festival de San Sebastián) converjan en proyectos compartidos.
A partir de este diagnóstico y teniendo en cuenta a las instituciones socias que compartían los principales objetivos de formación, búsqueda de nuevos talentos, desarrollo de proyectos, investigación y divulgación de cine se tejieron una serie de proyectos compartidos, que hacen que el Festival se expanda a lo largo del año.
Tras varios años de trabajo conjunto, hoy podemos decir que estas sinergias y trabajo colaborativo están dando sus frutos. Tan solo en los últimos dos años han podido verse finalizadas en las diferentes secciones del Festival muchas de las películas de las y los cineastas que han tenido un largo recorrido en los programas de formación y desarrollo del certamen de todo el año.
Son los casos, entre muchos otros, de Kiro Russo, que comenzó su andadura en la sección Nest con el cortometraje Nueva vida (2015), continuó en 2016 desarrollando su largometraje como residente de Ikusmira Berriak y lo estrenó finalmente en 2021 en la sección Orizzonti de Venecia y en la sección Zabaltegi-Tabakalera del Festival de San Sebastián. Con su película El gran movimiento (2021), además, Kiro Russo fue seleccionado por su país como representante en la carrera a los Oscars, como sería el caso de la alumni Nest (en 2007) Laura Wandel, quien representaría a su país con el largometraje Playground (2021), que se estrenó en la sección Un Certain Regard de Cannes pasando después por Zabaltegi-Tabakalera.
Otro caso de éxito y testigo de la internacionalización de nuestro cine sería el de Arantza Santesteban con 918 gau (2021), película desarrollada en 2018 en Ikusmira Berriak y que se ha alzado con los principales premios en Doclisboa, Torino Film Festival y Punto de Vista. Además, sus primeros pasos en el cine pudieron verse dentro del foco Zinemaldia + Plus, donde se proyectó Euritan (2017), cortometraje codirigido junto a Irati Gorostidi, quien actualmente es residente de Ikusmira Berriak en el curso 2022 con la película Anekumen.
Diferentes tutores y tutoras incorporadas recientemente al cuerpo docente de Elías Querejeta Zine Eskola han navegado previamente también por los programas compartidos, como Jessica Sarah Rinland o Helena Girón y Samuel M. Delgado. La primera comenzó a desarrollar su largometraje Monólogo colectivo en 2020 como residente de Ikusmira Berriak y al año siguiente estrenó su cortometraje Sol de Campinas (2021) en Doclisboa. Por su parte, Helena Girón y Samuel M. Delgado fueron residentes de Ikusmira Berriak en 2017, donde desarrollaron Eles transportan a morte (2021) que se estrenaría el pasado año en la Semana de la Crítica de la Mostra de Venecia y después en Zabaltegi-Tabakalera.
Los programas compartidos no solo están reforzando el cuerpo docente de la escuela, sino que los y las alumnas son a su vez el reflejo vivo del cuidadoso cultivo de semillas. Marina Palacio, que gestó su cortometraje Ya no duermo (2020) como estudiante de la primera promoción de la escuela fue seleccionado en la sección Zabaltegi-Tabakalera para volver al año siguiente como residente en Ikusmira Berriak donde comenzó a desarrollar su primer largometraje Y así seguirán las cosas. Con el mismo proyecto formó parte también del programa Noka. A su vez, Jaume Claret, del mismo año de promoción, estrenó su cortometraje Ella i jo (2020) como representante de EQZE en la sección competitiva Nest y actualmente es residente de la octava edición de Ikusmira Berriak con Estrany riu. Ambos cineastas, que además comparten procesos y equipo de trabajo en los proyectos levantados hasta el momento, han hecho circular sus cortometrajes por diversos festivales internacionales y nacionales.
Entre el curso 2021 y 2022, varias de las cineastas que han estudiado el itinerario de Creación han visto sus películas estrenadas en festivales internacionales como es el caso de Oscar Vincentelli en FID Marseille con La sangre es blanca y Luiza Gonçalves en Viennale con Un bananero no es casualidad, en el año 2021. Este año Maria Pugg (O banho), Mario Sanz (Ten minutes to midnight) y Amanda Devulsky (Vermelho Bruto) estrenarán sus trabajos en IndieLisboa y FID Marseille.
En este 70º aniversario del Festival, por primera vez en la historia, dos películas desarrolladas en Ikusmira Berriak competirán en la Sección Oficial del certamen: Suro de Mikel Gurrea y Pornomelancolía de Manuel Abramovich, residentes del programa en 2016 y 2018, respectivamente. A ellos se les suma en esta edición Elena López Riera que estrenará, tras su paso por la Quincena de Realizadores de Cannes, su película El Agua dentro de la sección Zabaltegi-Tabakalera, que también fue desarrollada en Ikusmira Berriak en 2018. Elena López Riera forma parte de EQZE como tutora de proyectos desde el último curso y recientemente el foco Zinemaldia + Plus ha proyectado una retrospectiva completa de su trabajo como cortometrajista. En la misma sección la acompañará este año la cineasta vasca Estibaliz Urresola con su cortometraje Cuerdas estrenado en la Semana de la Crítica de Cannes tras su paso por el programa Noka en 2019.
En el territorio de la investigación y la divulgación, los viajes de ida y vuelta entre programas y proyectos compartidos son también una realidad. En los últimos dos años, en el marco del proyecto Z70: todas las historias posibles, el Festival y EQZE han organizado en Kutxa Kultur Plaza dos exposiciones fotográficas con material inédito del archivo histórico del certamen que han repasado la historia visual del Zinemaldia poniendo atención en los fuera de campo. A su vez, y en complicidad con el foco Zinemaldia + Plus, se ha rescatado y proyectado la película húngara The Lady from Constantinople (1969) de Judit Elek, tercera cineasta en competir por la Concha de Oro en el Festival.
El tercer número recientemente publicado de la revista académica Zine ha repasado la obra cinematográfica de Koldo Izagirre y la biofilmografía de Antxon Eceiza. El depósito en Filmoteca Vasca del fondo personal de Antxon Eceiza ha posibilitado la publicación de un dossier coordinado por Maialen Beloki e Irati Crespo, del área de Z365, que recopila material inédito e incluye cartas, memorias manuscritas y fotografías. En la presentación pública del número en otoño, el foco Zinemaldia + Plus acogerá la proyección de Ke arteko egunak (1989), primera película en euskera en competir en la Sección Oficial del Zinemaldia.
En el mes de marzo de este año, el festival de todo el año celebró el pistoletazo de salida de su serie de encuentros networking que buscan aunar y tejer los hilos de toda una comunidad que comienza a crecer de forma exponencial y que necesita de una amplia red de seguimiento, cuidados y acompañamiento profesional. En el primer evento se juntó a las residentes actuales de Ikusmira Berriak, las residentes del programa Noka y a los y las alumnas de Elias Querejeta Zine Eskola de la cuarta promoción, así como a las alumni de anteriores promociones que han hecho de Donostia su campamento base para desarrollar sus futuros proyectos. En septiembre, en el marco del Festival y aprovechando los días en los que el grueso de la industria aterriza en San Sebastián, se celebrará el segundo evento dirigido a la comunidad que aunará a las residentes de Ikusmira Berriak y Noka, a alumnas y alumni de EQZE, a residentes del laboratorio de La Incubadora de la ECAM y a diversos profesionales de la industria, entre los que se encuentran los responsables de los programas formativos y de desarrollo de otros festivales internacionales.
Será este el escenario idóneo en el que la cuidadosa siembra y cultivo de semillas den como resultado un florecimiento de talento en el que, de forma interconectada, cineastas, productores, guionistas e investigadoras recojan los frutos del trabajo realizado al calor de una comunidad amplia y diversa.
Continuará…