"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Miembro del equipo fundador del Festival de Sarajevo, su labor como productor le ha llevado a confiar en talentos como los de Ruben Östlund (con el que ha ganado dos veces la Palma de Oro en Cannes), Jessica Hausner o Ulrich Seidl.
Para un productor como usted, ¿qué supone confrontarse con la primera y segunda obra de ciertos directores?
Yo mismo programé la sección Nuevas Corrientes en Sarajevo hasta 2013. Dicha sección mostraba primeros y segundos largometrajes, además de cortometrajes. Fue un gran placer y también aportó cierta disciplina a mi vida, ya que podía encontrar directores todavía desconocidos y talentosos al comienzo de sus carreras. Por ejemplo, mi primer encuentro con Ruben Östlund y su productor Erik Hemmendorff fue en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam.
Como descubridor de nuevos talentos, ¿cree que hay algo que vincule a los directores noveles?
Los cineastas con los que trabajo combinan imágenes impactantes con contenido significativo. Una película debe tener contenido que resuene más allá de la zona de confort del artista y, por extensión, más allá de la zona de confort del público. No creo en el “arte por el arte”, ni en que el único objetivo de una película sea entretener. Los directores con los que trabajo no cuentan historias para entretener. No se trata de capturar el cerebro de la audiencia durante 90 minutos para vender palomitas o productos online. Una película debe tener un contenido que no sólo sea interesante para el artista, sino que también conmueva al público cuando sale de la sala. Los directores con los que trabajo son serios en su enfoque y muy exigentes consigo mismos y con su trabajo. Tienen algo que decir, hay contenido. Estos cineastas hacen películas con un propósito mayor.
Para ser un buen productor, ¿qué cualidades se necesitan?
El conocimiento y la experiencia en la comercialización de películas me han resultado especialmente útiles en mi faceta como productor. Me convertí en un mejor productor después de haber pasado cientos de horas hablando de nuestras propias películas con los compradores. Empiezas a comprender los puntos fuertes y débiles de tus películas, algo que luego puedes comunicar al director, aunque a veces resulte doloroso. Una característica clave de un productor es evaluar el riesgo y no entrar en pánico cuando las cosas cambian. Es importante poder seguir avanzando hacia la realización de la mejor película posible, incluso en medio de problemas.