En 2020, en plena pandemia, a sus 55 años y sin ninguna experiencia previa como actriz teatral, Monica Bellucci resolvió aceptar la proposición del director de escena Tom Volf para interpretar a Maria Callas en una dramaturgia construida a partir de las memorias y la correspondencia privada de la gran diva operística: “Cuando leí sus cartas me conmovieron profundamente –nos explica Bellucci–. Tuve la sensación de que me estaba apoderando de su alma y enseguida me asaltó la necesidad de compartir esa emoción con más gente. Como tal, cuando me ofrecieron hacer este monólogo no pude negarme, por mucho que nunca hubiera hecho teatro antes. Además era un proyecto ambicioso, se trataba de embarcarse en una gira mundial a lo largo de tres años y de representar la obra en tres idiomas distintos. De entrada, me daba miedo estar sola en un escenario, me hacía sentirme terriblemente expuesta pero recibir, de manera directa, toda esa energía por parte de los espectadores, convirtieron esta experiencia en algo único. Y, para colmo, acabamos la gira en Nueva York, la ciudad natal de Maria Callas, y lo hicimos en 2023 coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Fue algo mágico”.
Aquella gira, los ensayos que la precedieron y las entrevistas promocionales y ruedas de prensa que la acompañaron son la piedra angular de Maria Callas: Letters and Memoirs, el largometraje que la actriz italiana presentó ayer en Perlak dando las gracias al Festival por incluirlo en la programación de este año: “Que apuesten por una película como ésta, una producción modesta a medio camino entre la ficción y el documental, donde prevalece una búsqueda de lo artístico, dice mucho a favor de este festival. Es importante conferir visibilidad a este tipo de propuestas”. El carácter experimental del film se ve ampliado con la inclusión de imágenes de archivo, recreaciones de época y lecturas en off de algunas de las misivas escritas por Callas.
A la hora de aproximarse a un personaje tan icónico, Monica Bellucci reconoce que el mayor desafío fue encontrar una mirada nueva para contar a Maria Callas más allá de los diversos relatos que se han venido haciendo de ella, de su carrera, de su arte, de sus romances y de sus circunstancias: “Nuestra apuesta fue representarla como un ser vulnerable, como un pajarillo enjaulado e indefenso. Justamente esa es la dimensión íntima del personaje sobre la que nos interesaba trabajar, una dimensión que se infiere de la lectura de su correspondencia. La otra Maria Callas, ese perfil inflexible, fuerte y autoritario que se popularizó a raíz del estreno de la obra teatral “Master class” no nos interesaba tanto; además ya se habían hecho diversas aproximaciones al mismo. Incluso Fanny Ardant incidió en ese mismo perfil en Callas Forever. Nosotros queríamos darle la vuelta al mito”.
En un momento dado del film, mientras atiende a una entrevista, Monica Bellucci incide en el carácter dual de Maria Callas, una mujer que se mostraba fuerte cuando hablaba de su trabajo pero profundamente pueril a la hora de intentar explicar sus fracasos sentimentales. Preguntada acerca de si ese carácter dual no es también el que define el trabajo de los actores y las actrices, la italiana comenta: “Cada vez que un actor interpreta un papel lo que hace es establecer un vínculo con una parte muy íntima de su propio ser que le permita aproximarse al personaje en cuestión. Maria Callas tenía también esa dualidad. Ella fue una mujer muy sensible y esa extrema sensibilidad la llevó a ser una intérprete maravillosa, la mejor soprano del mundo, pero también precipitó su decadencia ya que fue alguien que no supo controlar sus emociones. A veces es difícil separar la imagen pública que proyectas de ti misma, de tu auténtica personalidad, pero hay que hacerlo porque, de lo contrario, entras en una espiral peligrosa, como le pasó a ella. No obstante, dicho rasgo de carácter me ha servido para entender mejor a la Callas”.