"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Aludiendo a las palabras de Eneko Sagardoy, presentador de la gala en el Kursaal, desde anoche ya nadie se preguntará por qué Almodóvar no tenía aún un Premio Donostia.
44 años después de su debut en la sección Nuevos Realizadores con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, el cineasta manchego recibió de manos de Tilda Swinton el galardón honorífico más importante del Festival, solo dos días después de cumplir 75 años.
“Te felicitamos esta noche por tu incomparable aportación a la cultura mundial, por inspirarnos y por suscitar en nosotros un afecto tan incondicional”, declaró la actriz británica antes de entregarle el premio. “Feliz cumpleaños, querido. ¡Que lo celebres como te mereces! Con todo mi amor y cariño, Tilda”, concluyó.
Tras una ovación del público, Almodóvar ofreció un discurso lúcido y honesto. En él afirmó que “el cine me ha salvado de muchos peligros” y que nunca podrá dejar de hacerlo. “El día que me fallen las ideas, el físico o mi propia mente, seguiré haciendo películas. Malas películas, supongo, pero incluso a eso estoy dispuesto, porque la alternativa es el vacío”, aseguró.
Finalmente, el cineasta cerró su discurso con un consejo: “Hagamos lo posible para que todo lo negativo imaginable pertenezca a la ficción, y que la vida real transcurra de un modo justo y en paz”.