"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Kohei Igarashi (Japón, 1983) es el director japonés más alineado con el cineasta francés Damiel Manivel. Dirigieron juntos su tercer largometraje (The Night I Swam, 2017) y desde entonces, MLD Films le ha coproducido sus trabajos. Es la productora de Manivel y Martin Bertier, ganador de un César en 2023. El año pasado le entrevistamos por el cortometraje Two of Us, que es justamente el punto de partida de Super Happy Forever, estrenada el presente mes en las Giornate degli Autori de Venecia. La película nos sitúa en una ciudad costanera de Japón con hoteles, playa, piscinas y el mar, observador omnipresente.
Muestra una imagen de un Japón turístico no tan habitual en el cine.
Las películas japonesas que suelen distribuirse al extranjero dan una imagen más tradicional. Eso es una forma de orientalismo. Muestran un Japón visto desde a fuera. En mis películas me interesa mostrar la vida corriente del país.
La vida de los jóvenes. Cuéntenos sobre el casting.
Los dos actores que salen en Two of Us y Super Happy Forever me escribieron por correo electrónico para trabajar juntos. Cuando empezamos con el proyecto llegó la pandemia de 2020. Tuvimos muchos problemas económicos. Teníamos el guion escrito pero decidimos rodar un corto, basado en los mismos personajes y el mismo espacio, para probar la atmosfera de la historia.
En el largometraje se suman dos personajes femeninos muy magnéticos.
La actriz que interpreta a Nagi, Nairu Yamamoto, tiene un aura muy fresca. Quería que su personaje transmitiera la idea de vivir en el instante, de estar de acuerdo con la vida.
La actriz vietnamita, Hoang Nhu Quynh, es algo diferente pero comparte con Yamamoto la habilidad de transmitir alegría en poco tiempo. Quynh no es actriz profesional, la conocimos en un restaurante vietnamita. Me impresionó su forma de ser directa y sincera, y siempre sonriente.
En cambio, en la parte del presente, Sano cuenta que Nagi fue infeliz.
La historia se desarrolla entre 2018 y 2023. No vemos lo que pasa durante esos años de matrimonio. Quizá no se llevaron bien, aunque tampoco tenemos la certeza de que realmente fuera infeliz. Eso es lo que piensa Sano, su marido. ¿Quizá él hizo algo malo? Por eso busca la gorra que Nagi perdió hace años. Esa es la arquitectura principal de la historia.
Sin embargo, su manera de cerrar la película demuestra que no le interesa resolver la historia de los personajes.
Exactamente. No es una historia antropocéntrica. En el fondo, el foco no está en una u otra persona. Creo que es algo bastante japonés, animista. Las personas no están en el centro del relato sino, más bien, las cosas.
No obstante, este tipo de narrativa también está presente en la tradición europea. Hay una película, cuyo título no recuerdo, que basa su estrategia narrativa en un pendiente perdido.
¿Se le ocurre algún referente más?
Nace más de mi forma de ver la vida. Quizá por influencia de historias que nos contaban de niños, en Japón: cuentos protagonizados por cosas y lugares.
Otro leitmotiv del film en la canción “Beyond the sea”. ¿Qué hay más allá del mar para usted?
Un día, durante la escritura del guion, estábamos en un izakaya (bar japonés para tomar algo después de la jornada laboral) y sonó esta canción. De inmediato decidí introducirla en la historia. Usé la versión de Bobby Darlin, que tiene un carácter más alegre, pero la fuerza de la canción reside en sus múltiples versiones acumuladas, a partir de la original (“La mer”, de Charles Trenet).
En la película, la canción es como si se perdiera, para luego reaparecer en otro lugar. Es como el mar. Las olas del mar siempre vienen y vienen, luego se pierden, pero aparecen en otro lugar, con otra forma.
Marc Barceló