"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Alright, I have an idea, and if I don’t ask you this is going to haunt me for the rest of my life. I have no idea what your situation is, but I feel like we have some kind of connection, right? Yeah, me too. Great. So, listen, here is the deal, this is what we should do. You should get off the train with me here in Vienna and check out the town.
Ethan Hawke y Julie Delpy se conocieron en un tren en la primera parte de la trilogía Before de Richard Linklater, Antes de amanecer (1995). Y tuvieron que decidirse rápido, porque en los trenes los personajes se encuentran, se enamoran, fingen dormir para evitar conversaciones incómodas o corren para huir de algo. Y todo siempre es muy rápido e intenso, porque, muchas veces, solo dura una estación.
En los trenes ha pasado de todo cinematográficamente. Podríamos decir que el cine empezó con un tren en L’ arrivée d’un train à La Ciotat (1896) de los hermanos Lumière, y desde entonces ha sido escenario de comedias y aventuras como El maquinista de la General (1926) de Buster Keaton, dramas históricos como El expreso de Shanghai (1932) de Josef von Sternberg, asesinatos y misterios en Asesinato en el Orient-Express (1974) de Sidney Lumet o alegorías de la humanidad en la distopia, Snowpiercer (2013) de Bong Joon-ho.
Pero la relación entre el cine y el tren no sucede exclusivamente dentro de la pantalla. Ésta es una relación sólida que la trasciende, así como también lo es la relación entre el Festival de San Sebastián y la compañía ferroviaria Renfe. Cuando en el año 2020 el Festival comenzó su andadura hacia un evento más medioambientalmente sostenible, era evidente que tenía que sumar compañeros de viaje al proyecto, alianzas que repercutieran de forma significativa en la descarbonización del evento y que pusieran el foco en uno de los puntos más conflictivos del Festival, la movilidad. Un certamen de cine internacional que ha marcado entre sus objetivos a corto-medio plazo la disminución de su impacto medioambiental, se enfrenta a un reto de base que no es otro que el de encontrar el equilibrio entre la cantidad de personas que se movilizan para venir al evento (prensa, equipos de películas, industria y público general) y el impacto que toda esta movilidad tanto atraída como interna generan en el cálculo de la huella de carbono del evento. El tren es uno de los medios de transporte más sostenibles y ecológicos que existen y, por lo tanto, una posible alianza con Renfe era algo evidente para nosotras.
En la presente edición, estamos realmente contentas de poder afirmar que Renfe y el Festival han unido sus fuerzas por segundo año consecutivo y que lo seguirá haciendo en los dos siguientes. Pero decíamos que la relación venía de lejos, ¿no?
Tal y como podemos comprobar en este banner publicitario incluido en el diario del Festival en el año 1989, Renfe fue, según sus propias palabras, patrocinador de las proyecciones Magnapax en el Velódromo de Anoeta y transportista particular de miles y miles de escolares. Un documento gráfico conservado en el archivo del Festival que permite comprobar cómo el certamen y la compañía ferroviaria ya habían unido fuerzas en el pasado. Ya entonces Renfe animaba a “señores, señoras, niños, niñas, jubilados, viajeros y viajeras de toda clase y condición” a ir en tren al cine.
Amaia Serrulla González