"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Aprovechando el marco del Festival, el director del programa Días de Cine, Gerardo Sánchez, presentó ayer en la FNAC su libro “Memorias de un cinéfilo sarnoso”. En el acto estuvo acompañado por el cineasta Daniel Monzón, cuya amistad comenzó allá por los años 90 cuando ambos trabajaban en el ente público.
Antes de centrarse en el libro, ambos rememoraron los inicios de aquella amistad, cuando Monzón era crítico y después subdirector de Días de Cine, programa que a la postre terminaría dirigiendo Sánchez. En esa época, el actual director trabajaba como montador en otros programas de TVE, pero sus vastos conocimientos sobre cine hacían que muchos de sus compañeros intuyeran que terminaría al frente del mítico programa, entre ellos el propio Monzón.
Durante la presentación, Monzón resaltó el carácter cercano y entretenido del libro, asegurando que “las 420 páginas de ‘Memorias de un cinéfilo sarnoso’ pasan en un suspiro”. El cineasta subrayó especialmente las últimas cien páginas, calificándolas como “una lección magistral sobre la historia del cine”, y comparándolas con las “tracas pirotécnicas de Valencia”.
Asimismo, Monzón destacó su carácter didáctico, asegurando que el libro te anima a subrayar todas las recomendaciones de cine y música que Sánchez propone. Para el cineasta, “el libro despierta el deseo de ver más cine”.
Por su parte, el autor explicó que con “Memorias de un cinéfilo sarnoso” ha querido transmitir su amor por el cine, pero a su manera, sin pretensiones. “Me gusta hablar de cine, pero no con la solemnidad con la que algunos lo hacen”, comentó.
Sobre esas personas que hablan de cine con ínfulas, Sánchez contó con desdén una anécdota descrita en el libro sobre una persona que en una ocasión le dijo que había visto Viaje alrededor de mi cráneo en yugoslavo y sin subtítulos, y que le había parecido increíble.
Como muchos cinéfilos se habrán percatado, el título del libro de Sánchez es un homenaje a las memorias de Groucho Marx, “Memorias de un amante sarnoso”. El autor explicó que eligió ese título porque “vivimos en un mundo que necesita más sentido del humor”.
Iker Bergara