ELIZABETH (1998)
A la reina Isabel I Tudor, conocida como la Reina Virgen, la han interpretado, en distintas etapas de su reinado, Bette Davis, Jean Simmons, Glenda Jackson, Judi Dench o Margot Robbie. Blanchett hizo suyo tan goloso personaje en su primera película realmente importante. Una monarca joven en un país sumido en una profunda crisis católica y con los golpes asestados por el pirata Drake. El mismo equipo, con la actriz y el director Shekhar Kapur al frente, hizo la secuela Elizabeth: La edad de oro (2007).
PREMONICIÓN (2000)
Aplicada a cualquier género, el terror sobrenatural también ha encontrado hueco en su polifórmica filmografía. En este film de Sam Raimi encarna a una viuda vidente que se gana la vida echando las cartas y debe contribuir, con sus poderes, a encontrar el paradero de una adolescente desaparecida. Una película más simpática que inquietante, pero con el sello de Raimi y guion del actor Billy Bob Thornton. Tras asentarse en el cine australiano y el británico, empezaba el despegue estadounidense.
EL SEÑOR DE LOS ANILLOS (2001-2002-2003)
Galadriel, la elfa del clan Noldor, una de las figuras importantes de la narrativa fantástica de Tolkien y que, con los rasgos de Blanchett, filmada con una especie de fluetéreo, aparece en las tres entregas de la trilogía de Peter Jackson, La comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del rey. Incursión de la actriz en el cine de mastodóntica producción, aunque al estilo personal del director de Braindead, integrada en un reparto estelar junto a Viggo Mortensen, Ian McKellen o Elijah Wood.
EL AVIADOR (2004)
En el biopic sobre el magnate, aviador y productor Howard Hughes, dirigido por Martin Scorsese y protagonizado por Leonardo DiCaprio, Blanchett representó el glamur, ironía y atractivo de Katharine Hepburn, resplandeciente estrella del firmamento hollywoodiense –y también veneno de taquilla– y una de las muchas mujeres amadas por Hughes. Hepburn/ Blanchett ocupa la parte central de este retrato de un tipo seductor y contradictorio: en la protagonista de La fiera de mi niña no halló la horma de su zapato.
I’M NOT THERE (2007)
Tras encarnar a Katharine Hebpurn llegó un nuevo desafío, en este caso de la mano de Todd Haynes y también en el terreno del biopic, pero aquí totalmente subvertido: ni más ni menos que interpretar a Bob Dylan y hacerlo, además, en una de sus etapas más complicadas, cuando electrificó su música y se encontró con el rechazo del purismo folk. Varios actores y actrices representan a Dylan, pero los pasajes con una Blanchett de pelo rizado y gafas de sol, filmados en blanco y negro, son hipnóticos.
EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON (2008)
Un magnífico relato breve de Francis Scott Fitzgerald le sirvió a David Fincher para una película de casi tres horas de duración que es una reflexión, en clave de drama fantástico, sobre la vejez, la juventud y las espirales del tiempo. Brad Pitt nace con ochenta años y rejuvenece poco a poco, mes a mes, hasta llegar al estadio de un bebé. Blanchett es la mujer de su vida, quien más le ama e intenta, no siempre con éxito, estar con alguien que cada vez es más joven cuando ella es más anciana.
BLUE JASMINE (2013)
En su único encuentro cinema tográfico con Woody Allen, la actriz bordó el papel de una mu jer de la alta sociedad neoyor quina que lo pierde todo, casa, dinero y amistades. La situación le obliga a irse a San Francis co –lejos, también, del hábitat natural de Allen– y convivir con su hermana y el novio de esta, ambos representantes de una clase trabajadora con la que la sofisticada Jasmine no sabe có mo relacionarse. Ganadora del Oscar por esta interpretación, Blanchett se rebela una nueva Gena Rowlands.
MANIFESTO (2015)
El más difícil todavía. En Manifesto, del director alemán Jules Rosefeld, interpreta a una docena de variados personajes femeninos y masculinos (mendigo, agente de bolsa, científico, periodista, marionetista, mujer ultraconservadora, punk, profesora) cuyos monólogos radiografían el mundo moderno y sus muchos desfases como si se tratara de un radical manifiesto artístico-político. El cambio de registro de un personaje a otro es absoluto y la película no resulta para nada un tour de force exhibicionista.
CAROL (2015)
La tercera sublimación del melodrama clásico emprendida por Haynes después de Lejos del cielo, con Julianne Moore, y Mildred Pierce, con Kate Winslet. Carol adapta la novela homónima de Patricia Highsmith sobre la relación entre una mujer burguesa, casada e infeliz, y la joven dependienta de unos grandes almacenes. La química entre Blanchett y Rooney Mara es absoluta mientras el operador Ed Lachman fotografía estas relaciones bajo la luz ambarina, lluviosa y otoñal de las fotografías de Saul Leiter.
TÁR (2022)
No es fácil interpretar a un personaje como Lydia Tár, reconocida directora de orquesta, pero también mujer ambiciosa, déspota, incapaz de entender los malos tratos que a veces práctica con quien trabaja y a quien ama. Un retrato complejo de un personaje que aún lo es más, realizado por Todd Field –responsable de solo tres películas en 23 años– y concentrado en las modulaciones que su actriz principal realiza con una facilidad pasmosa. La secundan la alemana Nina Hoss y la francesa Noémie Merlant.