Soy Nevenka / I Am Nevenka, dirigida por Iciar Bollain, se ha alzado con el Premio Agenda 2030 Euskadi Basque Country que, por tercer año consecutivo, concede el Gobierno Vasco en el marco del Festival de Sebastián a la película que mejor refleja los valores de la sostenibilidad y solidaridad como emblemas principales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que impulsa la Agenda 2030 de Naciones Unidas. El premio está dotado con 20.000 euros destinados a la productora o productor mayoritario del largometraje.
El jurado ha estado compuesto por el actor y director Juan Diego Botto, la guionista Alicia Luna y el director de Innovación Social del Gobierno Vasco, Asier Aranbarri, y la entrega del premio ha tenido lugar esta tarde en la Sala Prisma de Tabakalera. Allí han estado presentes el dúo protagonista de Soy Nevenka, Mireia Oriol y Urko Olazabal, y los productores Koldo Zuazua y Juan Moreno, además de la vicehelendakari primera y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea.
“Por su relato directo y didáctico. Por su capacidad para profundizar en el estudio de la impunidad de los abusos sexuales, particularmente en el ámbito del poder. Por la apelación a la dignidad de las víctimas y su derecho no sólo a conseguir verdad y justicia, sino también reparación social. Por su calidad y su necesaria contribución al debate sobre la igualdad y la lucha contra el amparo de los abusos sexuales en nuestra sociedad, es para este jurado un placer entregar este premio”, indica el acta del jurado, que ha otorgado el galardón “por unanimidad”.
En su intervención, la vicehelendakari primera Ibone Bengoetxea ha subrayado que “la cultura es una palanca social” y ha destacado que gracias a los trabajos seleccionados “estáis respondiendo a los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Esto es hacer cine con un propósito. Hacer cine para un cambio social”. En este sentido, ha explicado que “desde el Gobierno vasco queremos reconocer esta aportación que hacéis a la sociedad, una transformación necesaria en forma de valores que pretende aportar su grano de arena a la Agenda 2030, desde lo local, a lo global”. En su discurso, la vicelehendakari ha reivindicado la necesidad de reflexionar sobre el objetivo 16 de la paz a la vista del contexto internacional y ha asegurado que el Gobierno vasco seguirá abanderando la “necesaria” inclusión del objetivo 18 a la Agenda 2030 ligado a la cultura.
Por su parte, el director del Festival de San Sebastián, José Luis Rebordinos, ha recordado que por tercer año la Agenda 2030 Euskadi Basque Country forma parte de los patrocinadores del Festival de Sebastián. “Este importantísimo acuerdo con el Gobierno Vasco convierte a nuestro Festival en un actor fundamental del compromiso vasco con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, ha asegurado.
Incluida en la Sección Oficial, Soy Nevenka se ha impuesto a los otros siete títulos que competían por el Premio Agenda 2030 Euskadi Basque Country: On Falling (Seccion Oficial), Le dernier souffle / Last Breath (Seccion Oficial), Gülizar / Gulizar (New Directors), Reas (Horizontes Latinos), Sujo (Horizontes Latinos), Cidade; Campo (Horizontes Latinos) y Ainda estou aqui / I’m Still Here (Perlak).
Además de este premio, el Festival también ha acogido varias conversaciones ligadas a los valores que impulsa la Agenda 2030. En los últimos días, San Sebastián ha acogido las siguientes presentaciones. La producción desde una perspectiva feminista e interseccional, Inclusión de las realidades transmasculinas en el cine iberoamericano, Diversidad e inclusión dentro y fuera de la pantalla y Nuevas narrativas: la lente climática en el cine, así como una conversación protagonizada por Laura Carreira, directora del largometraje On Falling (Sección Oficial), que habló del proceso de realización de la película y de las posibilidades que tiene el cine para promover el cambio.
En el año 2000, Nevenka Fernández, concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada, sufre una persecución implacable por parte del alcalde, acostumbrado a hacer su voluntad en lo político y en lo personal. Nevenka decide denunciar, aunque sabe que deberá pagar un precio muy alto. Una historia inspirada en hechos reales que convierte a su protagonista en una pionera del movimiento #metoo al llevar por primera vez a un político influyente ante los tribunales por acoso sexual y laboral.