El Festival de San Sebastián logró reducir en un 14% las emisiones de carbono entre 2022 y 2023, según se desprende del informe elaborado por la consultora CREAST. En 2022, el examen completo de los datos derivados de la actividad del certamen determinó que su huella de carbono era de 4.147 toneladas de CO2Eq, una cifra que en la 71ª edición celebrada en 2023 descendió hasta situarse en las 3.556,49 toneladas CO2Eq. Ello implica una reducción del 14% en las emisiones con respecto a la anterior edición.
Por tercer año consecutivo, el Festival ha presentado su informe de evaluación de la sostenibilidad y medición de la huella de carbono, cuyo objetivo es seguir avanzando en el objetivo de ser un festival medioambientalmente más sostenible. Por segunda vez, el informe fue elaborado por CREAST, consultora con la que el Festival de San Sebastián ha diseñado un plan de cinco años para convertirse en un festival de emisiones neutras en 2027.
Entre las medidas que ya han repercutido de forma positiva en la disminución de la huella figuran la reducción del uso del papel, lo que ha supuesto una rebaja de 1,67 kg de CO2Eq gracias a la sustitución del catálogo impreso del Festival por su versión digital. Asimismo, y por tercer año consecutivo, el departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha puesto a disposición del Festival 1.840 m2 de moqueta 100% reciclada y reciclable para las alfombras rojas del exterior del Kursaal y del Teatro Victoria Eugenia, iniciativa gracias a la que se han reducido 2.334,74 kg de CO2Eq. Todo ello, junto a la propuesta de alquilar la mayor parte de los materiales y priorizar las compras de segunda mano, han provocado que el apartado de materiales haya sido el que mayor descenso ha experimentado con respecto al año anterior (2022).
En lo relativo a la energía, en la 71ª edición el Festival alimentó mediante biocombustible el grupo electrógeno de la fiesta de clausura. Además, el certamen continúa con la transición a Iluminación LED iniciada en 2021.
Con respecto a los residuos, por segundo año consecutivo se han implantado estaciones de reciclaje correctamente señalizadas en las diferentes sedes del Festival, medida con la que se estima que la huella de carbono generada por los residuos se reduce a la mitad.
En lo referido a la movilidad, Audi, vehículo oficial del Festival de San Sebastián, proporciona una flota mixta que incluye un tercio de los vehículos híbridos y otro tercio de vehículos eléctricos. Se estima que con el uso de este tipo de vehículos se evitan unas 33 toneladas de CO2Eq. Además, en la 71ª edición los servicios de transporte de personas invitadas al Festival han realizado 96.500 kilómetros, a diferencia de 2021, año en que sumaron aproximadamente 120.000 kilómetros. La colaboración con Renfe ha permitido también una optimización del transporte no contaminante, mientras que Repsol ha participado con distintas iniciativas, entre ellas la instalación de más puestos de carga eléctrica para automóviles.
Por último, en el apartado de contaminación lumínica, el Kursaal ha reducido las horas de encendido y con ello se estima que se han reducido aproximadamente 30,23 toneladas de CO2Eq.
Asimismo, por segunda vez el Festival compensó con 25.000 euros el 84% de la huella de carbono mediante el Fondo de Carbono Voluntario de Gipuzkoa gestionado por la Fundación Naturklima y el departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Dicha aportación se invirtió en proyectos de mejora de infraestructuras verdes locales para ayudar a regenerar la funcionalidad de los sumideros de carbono naturales de Gipuzkoa, principalmente bosques y mares.
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Durante el presente año, en la 72ª edición, el Festival de San Sebastián pondrá el foco en la movilidad interna y en la movilidad atraída del evento, uno de los factores que mayor incidencia tienen en la huella de carbono. Para ello trabaja en una campaña de concienciación que animará a las personas acreditadas y no acreditadas a decantarse por las opciones de transporte más sostenibles, además de explorar una serie de medidas internas que se anunciarán próximamente y repercutirán de modo directo en la disminución de la huella de carbono de esta categoría.
Además, también se organizarán diversas actividades relacionadas con el contexto climático. Por un lado, el Festival ha establecido una alianza con la European Climate Foundation para reflexionar sobre las nuevas maneras de representar la emergencia climática y la transición ecológica. Esta colaboración se concretará en los próximos meses y contará con tres ejes: exhibición, formación y divulgación.
En materia de formación, el Festival organizará en la Sala Z de Tabakalera dos talleres que se celebrarán los días 3 de mayo y 28 de junio, respectivamente. El primero de ellos contará con representantes de Another Way Film Festival y pretende proporcionar un conocimiento básico sobre el trabajo realizado hasta ahora en el ámbito de las narrativas sostenibles y sobre los retos de futuro. El segundo taller, impartido por la entidad Climate Spring Training y dirigido a personas del ámbito de la creación cinematográfica (dirección, guion, producción, etc.), tendrá una segunda parte en septiembre durante las fechas del Festival y estará enfocado en el storytelling y en las opciones para aprovechar el poder narrativo del cine y la televisión al objeto de cambiar la forma en que la la ciudadanía se vincula y demanda acción en torno a la crisis climática. Las personas interesadas en participar deberán enviar un correo electrónico a eztabai@sansebastianfestival.com con su nombre, apellidos y DNI/TIE.
Desde Pensamiento y Debate, perteneciente al área Z365 del Festival, también se proyectarán historias relacionadas con el medio ambiente. Es el caso de la película ofrecida a comienzos de abril en el marco del ciclo Zinemaldia + Plus, La croisade / The Crusade (Un pequeño plan… Cómo salvar el planeta, 2021), dirigida por Louis Garrel y presentada en Perlak.