"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El 4 de febrero de 1975 comenzó una histórica huelga de actores y actrices que paralizó la actividad teatral durante nueve días. Mucha mierda, el documental que ha clausurado la sección Made in Spain de esta edición recoge este capítulo de los últimos coletazos del franquismo a través de testimonios de sus protagonistas e imágenes de archivo. Para sus creadores, la directora Alba Sotorra y el productor David Lara, “no hay mejor marco que este Festival” para estrenar mundialmente esta película relacionada con el mundo de la cultura.
Cuando están a punto de cumplirse 50 años de que ocurriera, la película arrojará luz sobre un suceso que hasta ahora estaba totalmente olvidado. “A partir de enterarnos de que esta huelga había sucedido comenzamos a investigar sin saber realmente si habría una historia detrás como para ser plasmada en una película”, confiesa el productor de Mucha mierda, David Lara. “Es más, al principio ni siquiera sabíamos si encontraríamos a protagonistas que pudieran relatar en primera persona lo sucedido”, añade Alba Sotorra.
Tina Sainz, Marisa Paredes, Petra Martínez, Ana Belén y José Sacristán son algunos de los actores y actrices que reúne la película Mucha mierda para saber más sobre el suceso. Sus realizadores admiten que, incluso para quienes vivieron la huelga, muchos de sus recuerdos se habían vuelto difusos con el tiempo. “Fue necesario juntarlos y mantener largas conversaciones con ellos para que, poco a poco, fueran acordándose de momentos y hechos concretos”, cuentan. “Lo que sí tenían muy presente son las emociones que vivieron durante esos días, el miedo, la angustia, pero también la esperanza tan grande que sintieron por estar protagonizando algo tan importante”, apunta Sotorra.
A pesar de tratarse de un documental, el largometraje dirigido por Sotorra tiene ritmo de thriller. “Desde el principio teníamos claro que era una película para el público y que, para ello, tenía que ser entretenida”, señala Lara. De esta manera, el film traslada al espectador “a esos nuevos días trepidantes y le permite experimentar junto a sus protagonistas todos los subidones y bajones que vivieron”.
Mucha mierda cuenta, además, con mucho material de archivo. A nivel creativo, utiliza fragmentos de películas de la época protagonizadas por los intérpretes, que participaron en la huelga para escenificar los momentos que se narran, como la violencia policial, el espionaje o las detenciones. “Bucear por todo ese material fue divertido, pero a la vez el proceso resultó arduo y largo”, aseguran los cineastas.
Para poder llevar a cabo todo ese trabajo, Sotorra y Lara han estado apoyados por un “equipo maravilloso intencionadamente femenino”. En palabras de Lara, “buscamos esa mirada femenina en la película porque realmente la huelga también estuvo liderada por mujeres”. Para Sotorra tiene toda la lógica del mundo que fueran ellas las que estuvieran liderando la huelga con tanta fuerza porque en aquellos años se trabajaba cada día, con dos o tres funciones diarias y la conciliación era un imposible. “Para ellas era una necesidad vital”, afirma.
En opinión de Sotorra y Lara, el gran aprendizaje que los artífices de la huelga legaron a las futuras generaciones fue el poder de la unión. “Más allá de las ideas políticas, los actores y actrices de aquella época entendieron la importancia de estar unidos para luchar por sus derechos laborales.”