"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tras la clase magistral de Leos Carax del lunes, ayer se inauguró oficialmente la competición de Nest, con cinco cortometrajes que ya expresan el carácter experimental y abierto a lo nuevo de la sección, en dos sesiones celebradas –como es tradición– en la sala de cine de Tabakalera. Las obras presentadas abordan heterogéneas cuestiones relacionadas con los vínculos familiares, el entorno social, el mundo en que vivimos y el miedo a su futuro.
Picnic, de Yuki Hirata, estudiante en la Tokyo University of the Arts, es una pequeña y delicada película en la que la joven Ayano se reúne con su novio Shuichi y la hija de éste, Minato, para hacer un picnic en el parque. La mirada de la niña esconde una cierta incomodidad, y pronto entendemos que está experimentando el dolor por la pérdida de su madre. A través de un sorprendente juego de encuentros, entre realidad y sueño, Hirata, inspirándose en sentimientos de su propia infancia, construye un retrato de familia en el que afloran el peso de los recuerdos y la ausencia.
José Luis Jiménez, de República Dominicana, es un estudiante de la especialidad de documental en la EICTV de Cuba. Su cortometraje El reinado de Antoine gira en torno a Vismán, un joven que vive en un pequeño pueblo y se encuentra cuidando solo de su padre enfermo, en un difícil entorno, mientras inventa épicos relatos históricos enfocados en reyes y batallas. El joven se apropia del dispositivo de la película para poner en escena su cuento. La mirada de Jiménez, buscando complicidad con su personaje, y cuya relación con lo real remite al cine de Roberto Minervini, se muestra muy prometedora.
El director español José Prats, quien cursó el máster de animación de la NFTS de Londres, explora en Adiós la falta de comunicación entre un padre y su hijo que está a punto de mudarse al Reino Unido por trabajo. Durante una jornada de caza, Pedro, el padre, no consigue ocultar su tristeza por la partida de Alex, el hijo, y su miedo a quedarse solo, abriendo un enfrentamiento que podría unirlos. De apenas ocho minutos de duración, el corto de Prats es una historia contenida pero emocionalmente fuerte, realizada con stop motion.
Abrió la segunda sesión el corto Bona nit, rambles, un documental de 30 minutos realizado en el marco de sus estudios en la Universidad Pompeu Fabra por Maria Bareche y Clara Barfull. Las jóvenes directoras se mueven con una handycam por las ramblas, el epicentro del turismo de Barcelona, buscando hacer un retrato de cómo cambia ese espacio de noche. El trabajo resulta en una exploración de lo que supone habitar la calle de una metrópolis contemporánea, a partir de la presencia mayoritariamente masculina en el lugar.
Finalmente, Wild Child, de Sif Lina Lambæk, procedente de la escuela de cine independiente y alternativa danesa Super 16 –cuya singularidad reside en que está autogestionada por un grupo de estudiantes–, es una fantasía distópica situada en un futuro en el que la tierra ha matado a todos los adultos por no haber cuidado del planeta. La directora habla del cambio climático y la responsabilidad colectiva, interrogándose sobre cómo las nuevas generaciones pueden hacer la diferencia en un mundo en deterioro.
Matteo Giampetruzzi