"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El segundo largometraje de Lola Arias (Buenos Aires, 1976), Reas, fue seleccionado para WIP Latam en el Zinemaldia de 2023. La película se estrenó en la sección Forum de la Berlinale y obtuvo el Premio del Público en Toulouse. Su ópera prima tras la cámara, Teatro de guerra (Zabaltegi-Tabakalera, 2018), se presentó en la sección Forum de Berlín, donde recibió el Premio del Jurado Ecuménico y el CICAE Art Cinema. También ganó el premio a la mejor dirección de la competición argentina en el BAFICI.
Para ella, era importante que el espectador fuera consciente de lo que pasa detrás de los muros de una prisión y plasmar que también hay personas que tienen un potencial, una belleza y un futuro posible.
¿Por qué decides contar esta historia?
Mostré mi primera película en un ciclo de cine que se hacía en la cárcel y me di cuenta de que había un interés muy grande entre las personas detenidas en hacer una práctica artística. Empecé a hacer unos talleres de cine y teatro dentro de la cárcel. La película junta a muchas personas detenidas en cárceles: mujeres cis, personas trans; a través de un género que es bastante particular que lo llamo documental musical.
¿Cómo fue para el elenco participar en este proyecto?
Para ‘elles’ fue algo muy emocionante. No estábamos haciendo un reportaje sobre sus vidas, la película es un proyecto social de inclusión, de inserción, un compromiso que no se centra solamente en reflejar ese mundo, sino en cambiar las condiciones para que esas personas puedan imaginar un futuro diferente. Al ver la película se fascinaron porque no es la representación usual del mundo de la cárcel de mujeres. Más bien es una representación a través de la ficción, de la música.
Y a través de la esperanza…
Lo que busca la película es mostrar la vida de un grupo de personas que estuvieron detenidas en una cárcel de mujeres y que, más allá de la violencia, existen vínculos de solidaridad y amor. La película muestra que, aún en contextos de mucha violencia, lo que te salva es la comunidad, la solidaridad y esa especie de familia que se genera en ese contexto.
Háblanos sobre la segunda parte de esta historia.
Surgió mientras estábamos haciendo la película, cuando me dijeron: ‘Cómo puede ser que esto termine aquí, tú eres directora de teatro, haz una obra’. Y así fue cómo decidí escribir una obra. Me pareció importante hablar de la libertad en su contexto y de que la libertad no es el final de un camino sino un desafío constante. Para que esas personas logren tener un trabajo teniendo antecedentes penales, obtengan una vivienda… Hay que hacer un gran trabajo para que estas personas tengan la oportunidad de integrarse en la sociedad.
María Aranda Olivares