"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Viv Li nació hace 34 años en la capital de la República Popular de China. Estudió teatro en Reino Unido, hizo un máster de documental y vive en Europa desde entonces. Después de rodar y trabajar en el sector del documental, se ha atrevido con la ficción. Su primera incursión en el terreno le ha valido participar en el programa de cortometrajes del Festival de Cannes. En su paso por Zabaltegi-Tabakalera, nos recibió junto con su productora, Sol Ye, para hablar del éxito de esta pieza de solo quince minutos rodada en un lugar remoto de la provincia de Gansu, en el noroeste del país. “Durante la pandemia de la Covid-19, justamente por no poder volver, noté más que nunca que echaba de menos mi tierra. La idea nació de esa añoranza”. El cortometraje narra el encuentro entre una adolescente que nunca ha salido de su pueblo minero con un joven, un camionero de paso, que vive en la ciudad. La añoranza de la protagonista es lo opuesto de la que sintió Li durante la pandemia porque echa de menos lo que no conoce. El anhelo de ver mundo.
Antes de partir hacia Europa, a los diecinueve años, Viv Li tampoco había salido de su país natal. “Luego llegué a Manchester, para estudiar, y pensé: ¿Para eso he pagado tanto dinero?”. Una vez en Occidente, Viv Li nos confiesa que intentaba ser lo menos ‘china’ posible. Afortunadamente, ya ha hecho las paces con ese complejo. “Es mejor poder aportar desde lo genuino de cada uno”.
En ese sentido y con la distancia necesaria, su protagonista es un reflejo de su pasado. A su vez, de alguna forma, nació de la visita que hizo a la zona de Gansu y sus poblados mineros en 2016. “En un restaurante me fijé en una de las camareras. Nunca había salido de ahí ni había visto extranjeros. Me quedó grabada la sensación de que no sabía ni como ser ‘tímida’”. Esa sutileza en el carácter fue lo que quiso conseguir plasmar con Qinglian Zhao, que encarna ahora a esa chica anónima. Li y su equipo descubrieron a Zhao, actriz inexperta, explorando el equivalente de la plataforma Instagram en China. No es el único caso de casting no convencional. El actor que hace de padre de la adolescente es un hombre del mismo pueblo donde rodaron. A Li le conmovió su rostro. Para tratar de acercarse a él enviaron a uno de sus contactos locales: Consideró que se ganaría su confianza con un hablante del dialecto de la región.
Por más que nuestra directora, natural de Beijing, no creciese en una zona rural, en el corto sí recoge temas, más allá de la añoranza, que la han marcado. “Cuando éramos adolescentes, el cine referente para salir de nuestra burbuja, era el de Hong Kong. En cuanto a la música, siempre era taiwanesa”. Le interesó evocar esos vínculos de la forma que lo vivió la generación de sus padres. Ellos compartían, por escasez económica, casetes con los últimos éxitos taiwaneses, que les evocaban sueños y horizontes lejanos.
sueños y horizontes lejanos. Es a partir de esa época e imaginario que Viv Li construye la escena central del cortometraje, donde suena una canción hermosa: “Across the Waters” de Teresa Teng, cantante taiwanesa de los 1980. “La música une a las personas, es la forma de arte más pura”, dice.
En lo visual, Li tiene más referentes entre fotógrafos y artistas que en cineastas de su propia tradición. Uno de los retratistas que más le han marcado es Zhang Kechun, cuyas fotografías retratan la China contemporánea con ópticas muy abiertas y en un tono gris y desolador. Esa es también la atmosfera de Across the Waters, que parece no dar esperanza a su público cuando muestra la vida del joven camionero, de vuelta en la ciudad. “La realidad es muy dura”. Nunca estamos donde queremos estar.