"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Cuando se proyectó en el pasado Festival de Cannes fueron muchos los que se apresuraron en señalar los ecos neorrealistas que palpitan en esta historia de mujeres dirigida por la cineasta india Payal Kapadia que, más allá de la historia que cuenta, resulta un homenaje a una ciudad, Mumbai, en permanente proceso de transformación.
Los primeros fotogramas de su película son un homenaje, en toda regla, a la ciudad de Mumbai.
No deja de ser mi ciudad. Es un escenario que me inspira mucho, a pesar ser un lugar que a veces no soporto. Lo que más me interesaba es poner de manifiesto ese carácter plural que tiene la ciudad. La mayor parte de sus habitantes procede de otros lugares de la India y si te fijas, en la película, se hablan multitud de idiomas.
Las protagonistas de su película son dos enfermeras que representan dos perfiles de mujer de distinta edad y condición. ¿Diría que se trata de un film sobre tensiones generacionales?
En cierto modo sí, aunque hay algo que las une: la imposibilidad de amar. Prabha tiene que hacer frente a un marido ausente que vive en Alemania mientras que Anu vive una relación prohibida con un joven de otra religión. Cada una de ellas tiene diferentes percepciones sobre el amor y sobre la vida. Para mí representan a una misma mujer en diferentes etapas de su vida, de ahí que pese a ser dos personas tan diferentes se parezcan más de lo que ellas creen.
Llama la atención que en la India actual y en un entorno urbano como el que refleja su película, las mujeres sigan estando tan limitadas para poder elegir libremente su propio proyecto de vida.
Las dos protagonistas de mi película son mujeres económicamente independientes, están familiarizadas con las teorías feministas y viven solas, pero aún así están sometidas al peso de las tradiciones. En India, lo de mantenerse fiel a la tradición parece que solo vale para las mujeres. Es algo que me fastidia mucho. Afortunadamente, y gracias a la influencia de las redes sociales, las cosas están empezando a cambiar, pero aun queda mucho camino por recorrer.
Ciñéndonos al personaje de Prabha, ¿por qué cree que le cuesta tanto expresar sus emociones?
Pues porque ella es una víctima de la cultura del patriarcado. A través de este personaje me interesaba mostrar cómo el patriarcado no es solo cosa de hombres. Son muchas las mujeres que tienen interiorizados ciertos discursos y que viven intentando exorcizar sus propios demonios y las contradicciones que eso las genera.
Hay otros temas que también asoman en su película, como la gentrificación o la degradación de los servicios públicos.
Me interesaba ambientar mi película en un hospital porque es una suerte de microcosmos donde interactúan personas de distinta condición y procedencia. Es el lugar ideal para hablar de la situación social. Respecto a la gentrificación, lo que es cierto es que Mumbai está cambiando su configuración, hay una clase media creciente pero insuficiente en la medida en que esa brecha social entre ricos y pobres persiste.
Jaime Iglesias Gamboa