Vivimos tiempos donde, en lo que a consumo de productos culturales se refiere, existe una cierta tendencia a la homologación. La dictadura de los targets y la búsqueda de nichos de mercado específicos tienden a condenar a la marginalidad a cualquier propuesta que se salga de la norma. Perlak, en su carácter contenedor de las películas más destacadas de la temporada festivalera, siempre ha sido una sección que ha puesto el foco en la mirada singular de determinados autores, una máxima que vuelve a repetirse en la selección de títulos de este año. Pero, además, en esta edición, esa apuesta por la heterogeneidad se redobla atendiendo a la pluralidad de géneros, formatos, registros y facturas que presentan los filmes que integran la sección. Abrir con un título como Emilia Pérez, del incombustible Jacques Audiard, ya denota toda una declaración de intenciones al respecto. No solo por la personalidad de su autor (un cineasta que ha gustado de irse probando en los distintos géneros hibridando registros de representación antitéticos) sino por el propio carácter de la película, una historia ambientada en el mundo del narco, donde subyacen lecturas sobre identidades sexuales y de género con hechuras de musical.
Con semejante carta de presentación alzará el telón una sección que este año acogerá dos películas de animación como Memorias de un caracol y The Wild Robot (muy diferentes entre sí), un documental político como Apocalypse in the tropics o un film inclasificable a medio camino entre la ficción y lo testimonial como Maria Callas: Letters and Memoirs, que será presentado por su protagonista, Monica Bellucci. Un ramillete de obras que en sí mismas representan una clara apuesta por la heterogeneidad, un rasgo que también define la nómina de cineastas consagrados que este año tienen cabida en Perlak. Desde clásicos del Hollywood de los 70 como Francis Ford Coppola (Megalópolis) o Paul Schrader (Oh Canadá) a nombres emergentes como Coralie Fargeat, que este año sacudió Cannes con The substance, un delicioso pastiche con ecos de fantaterror donde Demi Moore se presta a la autoparodia para ironizar sobre el edadismo en la industria del espectáculo. Desde Cannes también nos llegará Anora, de Sean Baker, flamante Palma de Oro o Daney anjir maabed / The Seed of the Sacred Fig, un estremecedor thriller sobre las derivas del patriarcado y la confesionalidad de las instituciones en el Irán actual, que viene firmado por el cineasta represaliado Mohammad Rasoulof. Otra película procedente del certamen francés que profundiza, sin estridencias, en la discriminación social que padecen las mujeres en determinados contextos es el largometraje All We Imagine as Light, dirigido por la joven cineasta india Payal Kapadia. Por su parte, el cineasta galo Emmanuel Courcol, autor de la exitosa El triunfo, aspira a conmover al público encargado de votar el Premio del Público Ciudad de Donostia / San Sebastián con su tercer largometraje como director, En fanfare, que tuvo su puesta de largo también en Cannes.
Otros cineastas de gran prestigio que concurren este año en Perlak son el brasileño Walter Salles, que proyectará Ainda estou aqui / I’m Still Here, un film que es memoria de la dictadura militar que vivió el país sudamericano durante los años 70, el italiano Paolo Sorrentino, cuyo estilo poético a la hora de reflexionar sobre la identidad napolitana vuelve a estar presente en Parthenope, o el surcoreano Hong Sangsoo, quien vuelve a contar con Isabelle Huppert en Yeohaengjaui pilyo / A Traveler’s Needs, un film que cuestiona la banalidad en las relaciones sociales y que será presentado por su protagonista, presente en San Sebastián.
Esta apuesta por la heterogeneidad tendrá un colofón con fuerte sabor local que correrá a cargo de los Moriarti, quienes clausurarán Perlak con Marco tras haberla presentado en el pasado Festival de Venecia. El film, inspirado vagamente en el libro “El impostor”, de Javier Cercas, se aproxima a la compleja personalidad de Enric Marco, famoso por haber falseado su pasado como superviviente de los campos de concentración nazis, pero lo hace sin juzgar al personaje e incidiendo en lo fascinante que resulta la idea de crear una identidad. Un personaje con tantas vetas Emilia Pérez. como la propia sección de Perlak.
Jaime Iglesias Gamboa