A estas alturas no parece exagerado revestir a Chris Sanders con el título de ‘maestro de la animación’. Tras un amplio aprendizaje en los estudios Disney (donde se ocupó del diseño de personajes en películas míticas como El rey León o Mulán), su puesta de largo como director tuvo lugar con Lilo y Stitch, una película de culto que le valió para ser fichado por DreamWorks, en cuyo seno ha desarrollado franquicias exitosas como Cómo entrenar a tu dragón. Ahora, a sus 62 años, ha recibido por parte del mismo estudio el encargo de iniciar una nueva saga inspirada en los libros de Peter Brown sobre un misterioso robot que aterriza accidentalmente en una isla salvaje habitada por fauna exótica. The Wild Robot, que ayer se presentó en Perlak, es el primer título de esta nueva serie de películas: “En cierto modo, es un reto mayúsculo dar inicio a una nueva saga, pero a mí, como cineasta, me gustan los retos, me gusta trabajar bajo presión y aquí teníamos por delante el desafío de crear un personaje icónico que perdurase en la memoria del espectador. Creo que lo hemos conseguido y ojalá la película lleve a mucha gente a las salas porque el mejor modo de ver cine es en pantalla grande, la escala de emociones que proponemos en esta película y la calidad de su banda sonora se amplifican en una sala”.
El propio argumento del film (con ese robot programado para servir, incapaz de cuestionar órdenes y cuyo software va, poco a poco, malográndose en la medida en que queda contaminado de sentimientos), unido al profundo humanismo que destila la propuesta, invitan a preguntar a su director sobre el uso de la tecnología al servicio de las emociones: “Estamos en pleno debate sobre la Inteligencia Artificial, pero lo cierto es que la historia que inspira nuestra película está escrita con anterioridad a que estallase toda esa polémica. No sé qué impacto tendrá la IA sobre el futuro del cine, algunos compañeros temen que nuestras películas pierdan ese toque humano. Yo lo único que puedo decirte es que gracias a la tecnología, The Wild Robot es un film que ha dado trabajo a muchas personas. Todos los fondos están dibujados a mano de manera muy detallada. Creo que es la primera vez, desde que se empezó a usar el 3D en la animación, que una producción de estas características apuesta por algo así”, dice Sanders. A su lado, Lupita Nyong’o, encargada de poner voz a ROZZUM, el robot protagonista, incide en este argumento al afirmar: “No creo que esta película ponga el foco en los peligros de la tecnología, más bien creo que se trata de una historia muy humana sobre el poder de la inteligencia emocional”.
Matices de voz
A la hora de valorar su trabajo en The Wild Robot, la ganadora del Oscar por 12 años de esclavitud, comenta: “Como actriz yo siempre trabajo para generar emociones y en esta ocasión el reto es que tenía que generarlas sirviéndome solo de mi voz. La propia historia de la película se desarrolla a partir de la voz de ROZZUM, de los distintos matices que cabe hallar en ella y que nos van haciendo ver la propia evolución del personaje”. Para la intérprete, “la capacidad para inventar historias y para transmitirlas es lo que nos diferencia a los humanos del resto de especies animales”. Chris Sanders, por su parte, cree que “la animación es una de las formas más eficientes que existen de cara a conmover al público. Es algo que está estudiado: el impacto que produce un dibujo o una fotografía en el cerebro es superior al que generan otras manifestaciones artísticas”.
Atendiendo a esto, el director de The Wild Robot lamenta que el cine de animación mantenga su techo de cristal cuando llega la temporada de premios. Muchos hablan de su película como favorita para el Oscar. Sin embargo, tal y como precisa Sanders, “esos pronósticos se refieren al apartado de mejor película de animación. Como mucho, podríamos lograr candidaturas como guion adaptado o banda sonora, pero el resto de categorías siguen vetadas para los filmes de animación".
Jaime Iglesias Gamboa