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Ayer en los cines Príncipe se inauguró la sección Made in Spain con el estreno de Tiempo de silencio y destrucción, obra documental sobre la f igura de Luis Martín-Santos realizada por el experimentado director de documentales Joan López Lloret. En la presentación, además del realizador, participaron los hijos del escritor, Luis y Rocío. No en vano, ellos son el hilo conductor de la película.
“Cuando hace dos años Nuria Vidal y yo nos propusimos realizar este trabajo sobre Luis Martín-Santos teníamos dos opciones: grabar el típico documental con testimonios de historiadores y personalidades relacionadas con el autor o aprovechar el viaje que sus hijos estaban llevando a cabo para reconstruir la figura de su padre con motivo del centenario de su nacimiento y el 60 aniversario de su muerte”, explica López Lloret. El cineasta sabía de ese viaje por un contacto próximo y no dudó en proponer a Luis y Rocío “compartir el viaje con ellos o, por lo menos, una parte”.
Durante ese viaje plasmado en el documental, Luis y Rocío, hijos de Luis Martín-Santos y Rocío Laffon, se entrevistan con personas que se habían relacionado con su padre, recuperan fotografías y archivos sonoros y hasta textos inéditos que pronto saldrán publicados. Así, el documental deja claro que “Martín-Santos no es autor de una sola novela y que su obra tiene muchas vertientes”. De todos esos textos que repasa el film, el autor ha quedado gratamente sorprendido con la novela inacabada “Tiempo de destrucción”. Según Lopez Lloret, “es un texto narrativo con mucha fuerza que puede conectar con las nuevas generaciones”.
Como hemos dicho, Luis y Rocío son los grandes protagonistas de la obra de López Lloret. Tanto es así que el autor tuvo que convencerles de que la película no era un mero documental sobre su padre, sino que su involucración a nivel emocional tenía una importancia capital para la construcción del relato. A pesar de la dificultad, el director se mostró sorprendido con la rapidez con la que los hermanos se mostraron naturales ante la cámara. Seguramente, la experiencia de López Lloret haciendo documentales ayudó a ello. “Como documentalista tienes que tener cla ro que la persona que tienes delante de la cámara no es un actor, sino alguien compartiendo parte de su vida”, opina.
Después de veinte años de carrera en los que ha realizado más de quince largometrajes de no ficción, López Lloret ha aprendido a tener paciencia, tranquilidad y tesón, “ya que nunca sabe lo que puede durar la realización de un documental, pueden ser tres meses o tres años”. Su experiencia le ha enseñado a “empatizar con las personas que se ponen delante de la cámara”. Según el documentalista, “ellos se exponen y tú te tienes que exponer también”.
Como era de esperar, López Lloret es un enamorado del género documental. En su opinión, “puede emocionar igual o más que una ficción”. A pesar de ello, reconoce que le apena ver como en las plataformas “están ganando peso documentales true crime en detrimento de otras obras que tratan cuestiones humanas sin entrar en el amarillismo”.
Antes de finalizar la entrevista, López Lloret quiso mencionar y dedicar el estreno de la película a tres personas que aparecen en Tiempo de silencio y destrucción y que ya no están entre nosotros: la escritora Rosa Regás, el economista Diego Fernández y el psiquiatra Ramón García.
Iker Bergara