"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Puerto Williams es la ciudad más austral de Chile y uno de lugares más recónditos de Tierra del Fuego. Allí es dónde se desplaza María para pro tagonizar una película. El objeto de su estancia se ve truncado cuando el equipo que la iba a acompañar en el rodaje no llega a tiempo debido a unas fuertes tormentas. Desde su llegada, María está destinada a estar sola en ese desconocido lugar.
Así inicia el cineasta chileno José Luis Torres Leiva su último film, Cuando las nubes esconden las sombras, y también inaugura con ella la sección. Torres Leiva, veterano y conocedor del Zinemaldia, ha participado en Zabaltegi con El viento que sabe que vuelvo a casa (2016) y el corto El sueño de Ana (2017) y compitió por la Concha de Oro con Vendrá la muerte y tendrá tus ojos (2019), que fue seleccionada en 2016 para el Foro de Coproducción.
El film, que se estrenó en la sección Cinema Project del Festival de Jeonju, cuenta con la argentina María Alché como protagonista. La directora y actriz repite en Donostia tras su paso por Horizontes Latinos con Familia Sumergida en 2018 (Premio Horizontes) y con Puan en Sección Oficial (Premio del jurado al mejor guion, 2023).
Ambos coinciden en la importancia de esta sección, subrayan do la situación del cine argentino, donde “el gobierno de ultraderecha tiene un ensañamiento con la cultura porque, generalmente, es un espacio de preguntas, algo que evidentemente no quieren que esté presente. Hay un ataque, producto de la ignorancia y, por eso, venden la idea de que el cine implica mucho dinero y paralizan todos los fondos. Es una situación muy grave y muy difícil”, confiesa Alché, a lo que Torres Leiva continúa: “Esta película se hizo gracias a una coproducción y no tiene cabida en ese esquema que excluye este tipo de cine que, precisamente, complementa a un cine más de industria”.
En el film, su protagonista se ve obligada a buscar ayuda entre los lugareños por unos fuertes dolores de espalda, a la vez que debe lidiar con la superación de una reciente pérdida: “Es una película que trata sobre el duelo y, para mí, hacerla ha sido un paréntesis entre la muerte de mi madre y el reciente fallecimiento de mi padre. Cuando pierdes a un ser querido empiezas a ser consciente de la importancia de las relaciones humanas, comienzas a valorarlas de una manera diferente. De repente, el duelo te hace parar y prestar atención a otras cosas”. Para él, era importante que el film se llevara a cabo en Puerto Williams: “Cuando llegué en 2017 supe que quería hacer una película allí. Uno siente que está en el fin del mundo; cambia tu manera de relacionarte no sólo con el lugar, sino también con las personas. Fue algo que me impactó mucho. Por eso, el paisaje y el tiempo de tensión que vive María allí sirven para que se encuentre con ella misma”.
Ambos coinciden en que la película se fue transformando durante su realización y lo que más conmovió a Alché fue poder experimentar un rodaje “con tantos niveles de sensibilidad en todo el equipo. En el día a día había altos niveles de ternura y en el cine uno no está tan acostumbrado a trabajar con tanto cuidado, cariño y libertad, así que me entregué a esa sensibilidad. Más que actuar o pensar en un personaje lo que hice fue habitar en esa sensibilidad. Es una manera muy linda de entender la interpretación”.
M.A.O.