"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El Festival de San Sebastián abrió sus puertas ayer para dar inicio a uno de los eventos más esperados por los amantes del séptimo arte: Nest, la competición internacional de cortometrajes de estudiantes de cine. La inauguración estuvo a cargo del renombrado cineasta alemán Christian Petzold, quien ofreció una master class que dejó una profunda impresión en todos los jóvenes cineastas presentes.
Nest es una competición que atrae a estudiantes de cine de todo el mundo, seleccionados por su destacado talento. Los participantes tienen la oportunidad de proyectar sus cortometrajes, participar en coloquios y clases magistrales, y competir por el prestigioso Premio Nest, dotado con 10.000 euros. A lo largo de los años, Nest ha demostrado ser una cantera de futuros cineastas destacados en la industria cinematográfica internacional.
El director alemán, con una carrera sólida y reconocida, tuvo el honor de inaugurar el evento. En su master class, Petzold optó por compartir valiosas lecciones en lugar de recurrir a frases prefabricadas, como él mismo experimentó durante sus años de estudiante.
Además, Petzold compartió tres momentos cruciales en su formación que le ayudaron a comprender mejor el cine y la narrativa visual.
Uno de ellos fue una escena que lo impactó profundamente, en La piel suave (1964) dirigida por François Truffaut donde un profesor de literatura en un avión se enfrenta a un deseo incomprensible. Esta experiencia le enseñó la importancia del objeto de deseo y el papel del tiempo en la narración cinematográfica, alentando la empatía y la exploración de las emociones humanas.
Otro punto crucial en su desarrollo como cineasta fue un seminario llamado “Cómo se debe mirar”, dirigido por el renombrado director Harun Farocki, que le abrió los ojos a la dualidad de la percepción y la realidad en el cine. Esta experiencia lo llevó a profundizar en la narración visual y a mirar más allá de la superficie de las imágenes.
El cineasta compartió con sinceridad sus propias experiencias de fracaso y alentó a los jóvenes a abrazar los errores como oportunidades de aprendizaje. Además, rememoró un período de tres años en la academia, un tiempo en el que muchos lo consideraban un fracasado porque no había filmado absolutamente nada. En su lugar, dedicó ese tiempo a un minucioso estudio de películas de otros cineastas, desmenuzando cada fotograma y escena para comprender cómo se habían realizado. Este enfoque de deconstrucción cinematográfica enriqueció profundamente su comprensión de la narrativa visual.
Petzold cerró la conversación recordando una lección valiosa de sus días de estudiante de filosofía, donde se discutió el concepto de lo “epigonal”. Esto lo llevó a comprender la importancia de revisitar y reinterpretar lo que ya existe en el cine, en lugar de obsesionarse con la búsqueda constante de lo nuevo.
Además de la enriquecedora clase de Christian Petzold en el Festival de San Sebastián, a partir del miércoles 27 se podrá disfrutar de su última película El cielo rojo, galardonada con el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín de este año.
Lucía Malandro