"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El film de Guto Parente (Brasil, 1983) nos teletransporta a la época de la pandemia, más concretamente al confinamiento. En Estranho Caminho, David vuelve a su ciudad, Fortaleza, en Brasil para presentar una película en un festival de cine. Cuando llega, la pandemia empieza a propagarse: el festival se cancela, su vuelo de vuelta también y, para empeorar las cosas, no tiene un lugar dónde hospedarse. La desesperación le lleva a acercarse a su padre, con quien no ha hablado desde hace más de diez años. Su padre, reticente en un primer momento, accede a acoger a su hijo. A partir de ahí, empiezan a suceder cosas extrañas.
¿Por qué este tema y por qué durante la pandemia? Se preguntaría un espectador que prefiere dejar aparcado el recuerdo del covid-19. El director confiesa que “creo que fui escogido por el tema. Cuando llegó la pandemia a Brasil tuvimos que encerrarnos y sentí que tenía que escribir para mantener mi sensatez, así que empecé a escribir el guion. Por lo tanto, el guion llega a mí por toda la situación que estábamos viviendo, es una peli sobre algo que estaba viviendo en ese momento y, en mi caso, la relación que había tenido con mi padre. Empecé a escribir y en menos de un año la película ya estaba hecha”. Confiesa que es “la primera vez que he tenido el valor de exponer intimidades sobre la relación con mi padre. Para mí, hacer frente a eso ha sido todo un proceso y la película es una manera de entender cómo podemos hacer frente a nuestras pérdidas y cómo podemos colocar todo en un presente”.
Estranho Caminho es un film sobre relaciones íntimas, con la que muchos espectadores pueden sentirse identificados: “Cuando hablo con personas que han visto la película me sorprende que muchas se sienten identificadas con ella y con la relación que muestro de ese padre y ese hijo. Esta película me ha aportado buenas conversaciones sobre intimidad. Creo que cuando incluimos algo muy personal y real en un proyecto conseguimos conectar con la gente”.
Sobre la estrecha línea que existe en el largometraje entre realidad y ficción afirma que “todo es real y todo es ficción; la película juega con la idea de que la fantasía es tan real como la realidad que vivimos. Considero que los sueños son tan veraces como lo que entendemos por realidad. Para mí, son una herramienta para hacer frente a diferentes tipos de dimensiones que se cruzan en nuestra vida”. Con esto también se refiere a los recuerdos que guarda de la relación con su padre: “Esos recuerdos también son ficción porque cuando los recordamos vamos creando esas imágenes a partir de nuestra memoria. La película juega con esto, el hecho de que no podamos saber exactamente qué es real y qué es fantasía”.
Esta es una película personal de Parente, pero es también “una película colectiva, hecha por mucha gente. Creo que es importante mencionar ese poder de comunidad”. La película se filmó en una situación muy compleja, en plena pandemia, con mascarillas, controles y el miedo que suponía la incertidumbre del coronavirus. Sin embargo, “había una energía muy positiva y colectiva. Este proyecto no soy yo; es el equipo. Es una película dedicada al cine y a la gente que trabaja en el cine”.
Estranho caminho, que es su tercer largometraje en solitario, fue seleccionado en 2022 para WIP Europa, donde obtuvo el Primer Premio Projeto Paradiso. En 2023 recibió en la competición internacional del Festival de Tribeca los premios a mejor película, guion, interpretación y fotografía. Ha dirigido en solitario O estranho caso de Ezequiel (2016) y O clube dos canibais (2018), que se estrenó en el Festival de Róterdam y se proyectó en numerosos certámenes en todo el mundo.
María Aranda Olivares