"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Querida N. G.,
Hoy, 11 de marzo de 1922, volví a ver a Irene. Me encuentro solo, enfrentando un enigma que no puedo guardar para mí. He sido testigo de un descubrimiento que ha marcado mi destino de manera ineludible, y siento la necesidad imperante de compartirlo contigo.
Mis manos se toparon con un rollo de celuloide que jamás había cruzado mi camino: Una joven llamada Irene asumió el papel principal, su gracia y belleza me cautivaron desde el primer fotograma. Quedé atrapado en la trama que se desenvolvía ante mis ojos. Cada noche, al proyectar la película, me perdía en el mundo de Irene, función tras función su presencia iba desbordando la pantalla.
Lo inexplicable empezó a tomar forma. Irene, parecía ser consciente de su propia existencia en el oscuro rincón de la sala Príncipe. Sus miradas, ya no había dudas, estaban dirigidas exclusivamente a mí. Una obsesión indomable se apoderó de mi ser, y con fervor, emprendí la tarea de desentrañar el misterio de Irene.
Descubrí la historia que residía en los cimientos de la sala Príncipe, y cómo su creador, un enigmático inventor llamado R.C, había concebido una máquina capaz de aprehender y reproducir la realidad con asombrosa fidelidad. Pero al lado de tal prodigio, yacía el sombrío secreto que cercaba a Irene: su ser se encontraba prisionero en un ciclo temporal perpetuo.
Mi amor por Irene se transformó en una lucha titánica por emanciparla de su eterna condena. Más, con resignación, llegué a comprender que el anhelo de Irene se dirigía hacia una vida genuina, alejada de las proyecciones de R.C. Con pesar en mi alma, determiné liberarla. Con la oscuridad como confidente,
El Príncipe.
*Carta encontrada en la remodelación del Cine Príncipe en 1994.
Lucía Malandro