La productora de cine guatemalteca con base en Noruega, Elisa Fernanda Pirir, estudió cine en varias escuelas internacionales, trabaja en desarrollo de talento, comisionado, coproducciones internacionales, edición y guion. Para descansar, visiona una película al día.

Conoce el Zinemaldia de anteriores ocasiones en las que películas producidas por usted como Pájaros de verano (Perlak, 2018), Disco  (New Directors, 2019), y Los reyes del mundo (Sección Oficial, 2022) formaron parte del Festival. ¿Cómo se siente volviendo a Donostia?

Para mí el Zinemaldia es muy especial porque fue mi primer festival de cine cuando estaba estudiando cine y también fue mi primer mercado. Mi primera coproducción la encontré aquí y para mí siempre ha sido un festival muy importante, emocionalmente hablando. Todo mi contacto con Latinoamérica es gracias al Festival de Cine de San Sebastián.

Tiene experiencia como jurado en otros festivales. ¿Cómo está siendo en esta ocasión como jurado de la sección New Directors?

Me gusta ver cine. Veo mucho cine. También soy comisionado de cortometrajes y documentales, he programado y soy productora, pero me gusta muchísimo ver películas. Por tanto, si te invitan a ser jurado, dices… ¡Por fin! ¡Voy a poder ver 30 películas!

Once películas de todo el mundo optan al Premio Kutxabank. ¿Cómo valora esa gran variedad?

¡Es increíble! Por el momento hemos visto bastante cine asiático. Vas viajando y vas viendo muchas miradas diversas, pero también muchas cosas similares en todas ellas.

¿Qué método de trabajo ha establecido con sus compañeros de jurado?

Está siendo muy orgánico. Siento casi que fue el destino encontrarnos porque estamos muy sincronizados. Hemos ido todos juntos a ver películas. En 48 horas se ha vuelto como una familia en la que hablamos de todo, nuestra vida personal, cine, cine, cine… Está siendo muy natural, aunque no nos conocíamos previamente. Creo que el Zinemaldia ayuda porque es un festival que tiene muy buena vibración, no te estresa.

¿Por qué se decantó usted por la producción?

Yo no quería dirigir, nunca me ha gustado. No era lo mío. Y cuando empecé a producir me gustó porque que me encanta la matemática, los números, y también me gusta el cine. Pero no me gusta estar enfrente, trabajo mucho el guion y la edición, incluso he editado para mis directores, pero no me gusta dirigir.

Como productora, ¿se fija especialmente en el aspecto de la producción de las películas?

Generalmente nunca pienso en producción cuando miro cine. Nunca lo he hecho. Miro una película al día para descansar después de varias horas de trabajo, contratos, abogados, presupuestos, etc. Me pongo una película y nunca pienso en la producción, salvo excepciones. (Risas)

Una película al día da para muchos estilos, pero ¿qué tipo de cine le atrae en estos momentos?

Tengo períodos. Todo este verano tuve un período español, vi muchas películas antiguas españolas. Ahora estoy viendo muchos musicales. Tengo fases, pero hay películas que me han cambiado la vida. Y guilty pleasures que todo el mundo tiene. No me gustan mucho las series de televisión, no miro ni televisión ni reality shows.

¿Y alguna cinematografía en especial?

Me he especializado mucho en cine latinoamericano, es mi forma de regresar a casa lo más que puedo. Últimamente he estado investigando más sobre cine africano, tengo una coproducción con Mozambique, otra con Marruecos y estoy intentando entrar en Palestina. Me llama la atención cómo regresar a los orígenes del cine indígena. Son pasiones colaterales que tengo. Intento entender la historia del cine en África para también entender la historia política de sus países.

Irene Elortza Gereño