"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Rati Oneli (Tibilisi, Georgia. 1977) fue productor, coguionista y uno de los actores de Beginning (Dea Kulumbegashvili, 2020), que obtuvo la Concha de Oro a la mejor película, además de las Conchas de Plata a la mejor dirección y a la mejor actriz y el Premio del Jurado al mejor guion. Era el “año de la pandemia” y no pudo viajar a San Sebastián. Este año lo ha conseguido con el corto We Are The Hollow Men. Los hombres huecos del título son el padre y el hijo protagonistas, cuya existencia fantasmal llena la película de dudas sobre lo real o imaginario. “El primer título que teníamos era Fantasmas”. Quizá lo más chocante de la historia es la incursión de los atentados del 11-S en Nueva York a través de una reemisión de los hechos en el televisor de la casa. Oneli vivió en la ciudad americana y trabajaba en la empresa que había diseñado la estructura del World Trade Center. Su oficina tenía una perfecta vista panorámica sobre las torres. Vivir todo aquello le destrozó, aunque enterró ese recuerdo durante muchos años. Evgeniia Marchenko, coguionista y esposa de Oneli, le ayudó a sacar todo el dolor no contado y fue consciente del trauma enorme que acarreaba. “De todas formas, la película no es del todo autobiográfica”.
Padre e hijo conviven con la ausencia del pilar de la familia, la madre. Sin ella, han perdido todo rumbo y sentido de comunicación. Una experiencia que Oneli, cuya madre vive, no ha vivido en primera persona. “En el film, pongo en escena mi propio miedo a la posibilidad de perder a mi madre”. El director resalta su admiración por las mujeres georgianas: “Es un homenaje. En mi país, en cada era crítica, las mujeres han sido las que nos han llevado adelante. En las guerras de los años 90, o ahora, trabajando para familias en otros países y enviando el dinero”. Y los hombres: confusos, desorientados, huecos. De Fantasmas pasó a renombrar el corto inspirado por su escritor favorito. “Volví al poema ‘The Hollow Men’ de T. S. Eliot y me di cuenta de que toda la película estaba ahí. La última estrofa conecta con el ‘despertar’ del protagonista por el trote de los caballos. “This is the way the world ends / This is the way the world ends / This is the way the world ends / Not with a bang but with a whimper”.
M.B.