"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El cine durante una época no solo protagonizaba a las celebridades que desfilaban por las alfombras rojas de festivales importantes como el de San Sebastián, sino también a las estrellas que se encontraban inmersas en la audiencia. En el Teatro Principal, el más antiguo, situado en el casco viejo de la ciudad, el público solía adornar las majestuosas columnas corintias y los asientos de terciopelo del histórico recinto, portando atuendos elegantes, sin haber entre sí, uno más protagónico que el otro. Pero, como los giros inesperados del suspenso, la vestimenta ha dado un giro caprichoso a lo largo de los años.
Este icónico teatro inaugurado en 1843 era sinónimo de opulencia. El cine era más que entretenimiento; era una oportunidad para ser vista y admirada. Sin embargo, a medida que la industria del cine abrazaba una audiencia más amplia, también lo hacía el código de vestimenta. Primero con el pret-a-porter y después, con las cambiantes tendencias y la democratización de consumo del fast fashion, los jeans y las camisetas tomaron un papel estelar y la ropa formal pasó a un segundo plano. La comodidad reinaba en el Teatro Principal y la alfombra roja pasaba a ser una sátira de lo que solía ser.
En la era del streaming, la audiencia se ha vuelto más independiente, disfrutando de ver películas en la comodidad de sus hogares. Ya no es necesario seguir un código de vestimenta formal o casual cuando puedes disfrutar del séptimo arte desde tu sofá o tu cama. La moda de pantalones de pijama y sudadera ha emergido como el atuendo no oficial de los espectadores casuales de películas en casa. Sin embargo, hay algo de la experiencia colectiva del evento de acudir al cine que no podemos soltar. Las películas no se ven igual. Quizás, más allá de frivolidades, la moda y su relación al espacio tiene algo que decirnos acerca de la manera en la que miramos.
Natalia García Clark