"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Para empezar a indagar en su historia, antes de saltar a la fama en el programa “Diario Pop” de Radio 3, conducido por Jesús Ordovás, hay que viajar desde Zaragoza a Donostia. En los estudios Tsunami de San Sebastián, grabaron un mini LP titulado “Al este del Moncayo”, publicado en 1987. Ahí está todo o, al menos, lo esencial. Por supuesto, se encuentra el gran himno del grupo (“Apuesta por el rock ‘n’ roll”), que más tarde versionarían sus paisanos Héroes del Silencio y que aún muchos piensan que es suya. Las letras de Gabriel Sopeña sorteaban con habilidad los tópicos rocanroleros. Tomaba algunos elementos del imaginario norteamericano que habían capturado los autores de la generación beat y los mezclaba en su batidora aragonesa. “Esa chica llamada soledad” es un buen ejemplo de la hábil pluma de Sopeña, que reivindicaba a los perdedores y outsiders como en las películas de Jim Jarmusch o en la novela “En la carretera” de Jack Kerouac: “Mil amigos tuve yo, ahora solamente tengo dos. / El primero es el tabaco, el otro es esta jodida tos. / Mi hogar lo llevo en la cabina del camión. Mi carga es la distancia y el adiós...”. Y continúa describiendo a un tipo que bien podría ser el deambulante personaje de Tom Waits en Bajo el peso de la ley: “Un café para empezar, un cigarro para estar a tono. / Un tango me hace recordar, un güisqui para olvidarlo todo... / Dios no hizo la tierra donde me pueda ubicar. Soy solo un hombre sin hogar”.
El humor está presente en estas primeras canciones y se convertiría en otra de las señas de identidad de Más Birras. El festivo nombre del grupo ya nos depara algunas pistas: pese a los tupés perfectamente peinados y la impoluta estética rocker, no se tomaban la vida demasiado en serio. Vaya si no lo hacían. En aquel formidable debut incluyeron una sorprendente revisión de “Moliendo café”—una canción con infinidad de versiones en el mundo hispano— que se balancea al ritmo del saxofón de Mariano Ballesteros. El saxo es un instrumento omnipresente que tiñe de colores estas primeras piezas. La locomotora rockabilly carbura de la mano de Ballesteros.
Aquel inicio fue clave para todo lo que vino después. El apego a la tierra se aprecia en la fotografía que ilustra la portada en blanco y negro, con los miembros del grupo en primer plano y las montañas detrás. Salvando las distancias, recuerda a la imagen que inmortalizó Anton Corbijn ese mismo año en la icónica portada de “The Joshua Tree” de U2. Escuchándolo, uno puede divertirse y bailar, beber y entregar su alma al diablo con los sonidos espasmódicos y genuinos de la mayoría de sus temas. Pero también escapa de los habituales corsés hedonistas del rock con una descarnada balada que abordaba la dramática relación con la heroína de la juventud española de los ochenta. La letra de “El siguiente eres tú” es desgarradora porque a cualquiera le podía haber pasado: “Sé que hay muchos como él, en cualquier diario lo podrás leer: / ‘Joven de estatura apareció muerto, al parecer por sobredosis, la tarde de ayer. / Su vida ocupó tres líneas, cualquier anuncio diez’. / Él no tuvo billete de vuelta y de sus siete vidas seis ya las gastó”.
Dicen que en los últimos días de Mauricio Aznar, su líder y vocalista, ya no lucía un frondoso tupé. El peinado rockabilly por excelencia había sido sustituido por una gorra. Murió prematuramente en octubre de 2000, en Zaragoza. Tenía 36 años. La banda con la que grabó “Al este del Moncayo” se disolvió en 1993, tras una trayectoria comercialmente ascendente donde ampliaron miras estilísticas.
Jon Pagola