Un Real Decreto del 11 de noviembre de 1977 derogó las últimas normas y disposiciones que ordenaban el control que el Estado ejercía sobre la producción cinematográfica en España. Ciertamente hubo actuaciones posteriores sobre películas, pero tuvieron que producirse bajo el poder judicial, mediante denuncia, aunque fuera la jurisdicción militar la que actuase, como en el conocido caso de El crimen de Cuenca de Pilar Miró, en 1980.
Las películas españolas pasaban dos veces el trámite de censura, primero se presentaba el guion, que debía ser autorizado para obtener un permiso de rodaje. Terminada la película, tenía que volver a presentarse para su examen y correspondiente autorización.
Furia española se presentó en forma de guion con el título de «Una pasión blaugrana», firmado por Francisco Betriu y José Luis García Sánchez. Fue prohibido el 22 de febrero de 1974. Presentado de nuevo, es de suponer que con modificaciones, ya con el título definitivo y con García Sánchez pasando de coautor a colaborador, fue autorizado el 22 de julio de 1974.
La película se rodó del 12 de septiembre al 19 de octubre de 1974 y fue presentada a censura el 12 de febrero de 1975, fecha en que fue prohibida su exhibición, alegando los censores que el film difería sustancialmente del guion aprobado.
En el expediente hay una relación exhaustiva en la que se anotan hasta 98 diferencias entre el guion y la película.
La productora Radar Films estableció una negociación con la censura, pactando unos cambios para favorecer el levantamiento de la prohibición.
En abril de 1975, Radar Films presentó la copia cortada; son 23 cortes que representan 162 metros, lo que reduce la duración del film de 87 minutos a 81. Aun así, los censores pidieron tres cortes más y la supresión del nombre de Maria Goretti, que aparece en la escena final.
Algo debió pasar en algún despacho ministerial, puesto que si el dos de mayo los censores pedían esos nuevos cambios, el 5 de mayo una orden superior ordenaba autorizar el film en sus actuales condiciones.
A mediados de los años 90 se hizo en Filmoteca Española un trabajo de catalogación e identificación de cortes de censura que habían llegado años atrás a sus dependencias. Era un total de casi 50 horas de fragmentos de películas de varias nacionalidades, entre los cuales había cortes de Furia española.
En 2022, Filmoteca de Catalunya emprende un proyecto de digitalización de filmes de producción catalana, entre los que está Furia española.
Dentro de las tareas de documentación y consulta inherentes a cualquier labor de archivo, investigamos las peripecias del film. No pudimos seguir el rastro de la productora original, ya que la película pertenece ahora a otros propietarios, pero al consultar la copia videográfica conservada en la biblioteca de la Filmoteca de Catalunya, comprobamos sorprendidos que se trataba de la versión íntegra, sin los famosos 23 cortes. Esta copia proviene de la edición en video doméstico que en su día hizo Manga Films.
Suponemos que Manga pidió el material a la productora y esta debió darle una copia previa a la censura, consciente o inconscientemente. Tratamos de localizar esa copia, pero no obtuvimos ningún resultado. Naturalmente, nadie del Ministerio advirtió nada y el video fue autorizado según el expediente de 1975. Berlanguiano.
Al no encontrar la versión íntegra, optamos por solicitar a Filmoteca Española los cortes conservados en su archivo y observamos que se habían salvado los 23, por lo tanto, podíamos reconstruir el film en su integridad.
Hay que advertir, sin embargo, que al mezclar materiales de tan distinta procedencia y guardados en condiciones tan diversas, las diferencias son apreciables, así los fragmentos cortados se distinguen a simple vista, como las cicatrices de una obra que fue mutilada y ha sido reconstruida.
Ferran Alberich.
Preservador y restaurador.